Xavier Sola (Olite, 19/11/2002) anotó el sábado sus primeros goles como jugador de la Mutilvera. La timidez que puede aparentar un chaval de 20 años fuera del campo, se topa con el desparpajo cuando se viste de corto. Tras una experiencia fuera de casa en el Huesca y Calahorra, ha querido volver a casa. Fuera del terreno de juego, le gusta ser una persona sociable, y compagina el fútbol con un grado superior en informática, aunque pretende hacer otro relacionado con el deporte, su verdadera pasión. Ahora solamente quiere seguir ayudando a su equipo.

Vaya partido... 

–La verdad que necesitábamos esa victoria porque los ánimos del equipo estaban muertos y necesitábamos ese empuje para seguir.

¿Cómo lo vivió?

–La verdad que muy bien. Empezamos ganando, nos pusimos por delante en el marcador, sí que luego al volver del descanso nos empataron, que nos hizo bajar un poco, pero con uno más, tras la expulsión de su portero, sí que supimos manejar mejor el partido y tuvimos la suerte de que en ese partido entraran los goles y nos dieran la victoria.

¿Se siente liberado después de estrenar su cuenta goleadora?

–Sí. No era un peso grande, digamos, pero los delanteros vivimos del gol y uno sí que piensa en ello.

¿Qué sintió cuando anotó? 

–La liberación de que ya era hora de meter un gol, que llevaba 12 partidos sin marcar y te entra en ansia de querer meter.

Antes de que llegara el gol tuvo una ocasión que rozó el palo... 

–Sí, tuve dos ocasiones, una complicada en el minuto 10 y esa que mencionas. Tenía claro que iba a disparar raso, pero después de fallarla me dije que otra vez se iba fuera.

Hablaba de ocasiones, de que no le llegaba ese gol, ¿se ha podido desquiciar en algún partido?

–La verdad que no, porque me considero una persona calmada. Son rachas, unas veces te entran, otras no, ya sea por suerte o por las veces que lo intentes, pero no me suelo desquiciar con eso del gol, porque llega.

"Ya era hora de que marcara un gol, porque llevaba 12 partidos sin hacerlo"

¿Qué le iban diciendo primero Andoni Alonso y luego Jon Erice?

–Con Jon Erice no hemos tenido muchos entrenamientos, solo llevamos dos partidos. Andoni me ponía como extremo, que nunca he jugado en esa posición, pero me he ido adaptando. He sido siempre delantero centro, y Andoni me decía que me iba a poner donde el equipo me necesitase. Yo le dije que encantado, que lo que quería era jugar. Y Jon, pues nada, he seguido jugando de extremo y son algo bastante parejos los dos. 

¿Qué diferencia hay entre ambos? 

–Diría que Andoni es más táctico, a Jon tampoco lo conozco mucho como entrenador, pero nos pide más intensidad, más juego duro. Ir más agresivos, cosa que Andoni no lo hacía. A mí Andoni me parece un entrenador muy bueno, que nos daba tranquilidad si no nos salían las cosas. Nos apoyaba mucho.

Habla de que se ha tenido que amoldar a jugar de extremo. ¿En qué ha cambiado su juego? 

–De extremo tocas más el balón y se agradece por esa parte. Mis características no son de extremo, no soy rápido para desbordar, soy más de luchar el balón y ser jugador de área. Me ha tocado ser banda, creo que estoy cumpliendo, que es la meta. 

¿Qué se le pasó por la cabeza cuando el árbitro pitó el final? 

–La liberación de haber ganado un partido y querer seguir adelante. No hemos bajado la cabeza en ningún momento.

¿En qué puede cambiar el discurso de Jon Erice al de Andoni Alonso? 

–Sí que los discursos de Jon son más agresivos, están más enfocados en nosotros que en el rival. Los de Andoni estaban más enfocados en el rival, pero también veía qué hacíamos bien nosotros para poder hacerles daño. 

Xavi Sola, autor de un doblete este fin de semana, lanza al aire dos balones en el campo de la Mutilvera Oskar Montero

Empezaron la temporada como un tiro, con tres victorias, y luego les llegó el bache de ocho derrotas seguidas. ¿Cómo se cambia de una situación a otra de la nada? ¿Qué les pasó?

–Son rachas en el fútbol. No íbamos a ganar todos los partidos de liga, y nos ha costado salir más de la racha negativa, que alargar la positiva. Perdimos el cuarto partido liguero ante el Cirbonero, que nos metieron el gol en el 95 y eso nos dolió bastante.

¿Qué le supone el doblete? 

–Contento por abrir la racha. El primer gol es más de delantero, de entrar al área y rematar el balón, y el segundo es más de insistir, porque fue una presión al lateral, y tener la tranquilidad de definir.

¿Y al equipo esta victoria? 

–Levantar cabeza. Eso seguro. Lo daremos todo entrenando para llegar al fin de semana y poder ganar.

¿Qué camino le ha llevado a llegar a Mutilva? 

–Jugué toda mi infancia en la Peña Sport. El segundo año de juvenil tuve la oportunidad de jugar en el Huesca. Ese último año estuve en el División de Honor, creo que lo hice bastante bien, aunque en el tema goles no fue una barbaridad porque estuve la mitad de la temporada lesionado, pero fui el pichichi del equipo. Repetiría esa experiencia porque fue muy positiva. 

¿Cómo se dio esa situación? 

–Metí 18 goles en Nacional con la Peña Sport y dos gol el Tercera, con quien disputaba minutos. Eso te hace dejar ver y no fue el único equipo que vino. Por cercanía e insistencia, vimos que era una buena opción.

Viene de familia futbolera...

–Y encima mi padre fue delantero también. Ahora entrena al River Ega, y me suele dar consejos que me ayudan bastante. 

¿Por qué Mutilva? ¿Qué le convenció para venir aquí? 

–Se interesaron bastante. Viniendo del Calahorra, estuve con el primer equipo en el último mes y eso me ayudó. Vi que era una buena idea porque era una categoría superior en la que nunca había estado y me pilla cerca de casa. Me han tratado muy bien desde el principio. 

Personalmente, ¿qué le ha aportado la experiencia fuera de casa? 

–Principalmente, madurez. Sí que al final te vas a vivir solo con 18 años y tomas ciertas cosas que en casa no pasan por la mente. Hay un antes y un después porque he vuelto más maduro y más centrado en el tema del fútbol y de la vida.