El nombre de Ivan Markov es uno de los miles que se encuentran relacionados con el fútbol regional en Navarra y que pasa desapercibido para la gran parte del mismo. Seguramente le conozcan en su actual club y por aquellos en los que haya pasado. Sin embargo, y gracias a un gran trabajo en la sombra, se ha convertido en el 'Voro' del Burladés, un gran seguro a nivel interno, que esta misma temporada ha tenido que solventar la papeleta en dos encuentros, pero en el mismo escenario: Barañáin.

De raíces búlgaras, pero campanero de toda la vida, Markov ha pasado casi toda su vida en Burlada. Desde el colegio, hasta sus primeros pasos en el fútbol, deporte que dejó a los 22 años para ejercer como entrenador, pasando por casi todas las categorías del club. Actualmente, Markov dirige al equipo de Primera Juvenil, pero ha ejercido como interino en liga cadete y en Tercera RFEF. Dos partidos, dos victorias. "Los primeros años estuve compaginando como jugador y entrenador. Hasta que llegó un momento que me tuve que decidir por seguir mi camino como entrenador. No es una decisión fácil, pero las lesiones me ayudaron con la decisión que debía elegir", se sincera.

"Empiezo entrenando a fútbol sala, paso a fútbol 8, infantiles, luego paso como segundo entrenador en Liga Nacional. El año pasado tuve la oportunidad de entrenar al Autonómica, que a pesar de todo lo que pasó, tuve mucha suerte del grupo de personas que me encontré. Este año estoy en Primera Juvenil, en el que llevamos una buena dinámica y ojalá que tengamos suerte y podamos conseguir el objetivo. En todo este camino, he podido sacar los 3 primeros niveles del carnet de entrenador y por suerte he compartido vestuario con compañeros muy buenos de los que he aprendido mucho", agrega.

En octubre, el técnico se vio ante la tesitura de coger el equipo de liga cadete en la visita a Barañáin para medirse al Lagunak. El resultado, victoria. Este fin de semana, le ocurría lo mismo con el primer equipo, que estrenaba inquilino en el banquillo con Iñaki Descarga, consiguiendo una victoria con la que pudieron romper la dinámica de cuatro jornadas sin vencer.

"Cuando el club me dice si puedo echar una mano en este partido, para mí es un placer y un aprendizaje. Es una situación muy natural, hay mucha confianza con el club, con Iñaki, con Txus. Ya nos conocíamos de antes y hay buena relación. Simplemente yo voy a echar una mano, al final ellos son los que trabajan con el equipo durante la semana. Yo solamente voy al partido e intento sumar y ayudar con las funciones que me toca. Es una labor de aportar algo positivo al equipo, al final es un equipo al que le he seguido mucho este año y si a eso le sumas que hay varios jugadores a los que he entrenado en años anteriores. Al igual que en su día me toco venir con el Liga Cadete, aunque la situación es completamente distinta. Da la casualidad, que los dos partidos han sido en el mismo escenario y por suerte en ambos la victoria ha caído de nuestro lado. Pero repito, el merito es de los chavales y de sus cuerpos técnicos, que son los que hacen trabajo muy bueno", finaliza.