Hace no muchos años, Mulier se convirtió en el referente de fútbol femenino en Navarra. Antes de la irrupción de Osasuna, el equipo de Sarriguren era el techo en la comunidad foral y varias de las jugadoras fueron a las categorías inferiores de la selección. Estando en Mulier, Nahia Azpiazu y Raquel Constanza llegaron a ir convocadas, mientras que María Blanco disputó el Europeo Sub-17. Todo ello, en un club que apuesta por un método de trabajo de cantera.

Preguntado por ese éxito, Javier Ugalde, directivo y entrenador del primer equipo, desgrana que “hay dos factores. El primero, y que creo que es el que marca la diferencia, es que tenemos una metodología propia de trabajo, fomentada en el descubrimiento guiado, que eso lleva a la interpretación y toma de decisiones y eso la niña que con seis años entra a Mulier lo va aprendiendo de pequeña hasta que llega al primer equipo. Por otro lado, es importante resaltar que competimos siempre con gente mayor. En la liga mixta jugamos contra chicos, y a partir de fútbol ocho competimos contra equipos que tienen jugadoras mayores, que eso te lleva a mejorar ciertas facetas que si jugases con gente de tu edad no te permitiría, y eso hace que la jugadora se desarrolle antes.Pero esto no sería posible sin el buen hacer de los entrenadores que tenemos en el fútbol base”.

El técnico reconoce que el trabajo no es fruto de un sólo día porque “al final lo llevamos implantando casi una década y es algo que nos está dando nuestros frutos. El ver tanta jugadora por la geografía española es un motivo de orgullo.Hay que diferenciar dos épocas, la primera en la que Mulier encabezaba el fútbol femenino en Navarra, en la que salieron varias jugadoras para destinos profesionales, y luego hay una segunda etapa en la que Mulier orienta más el trabajo en el fútbol base y ahí las jugadoras en edades tempranas y en formación tienen más llamadas de equipos con estructuras profesionales o semiprofesionales. Y ahí creemos que de una manera u otra estamos recogiendo los frutos durante estos años”. 

La decisión de trabajar así la tomaron creyendo que es la “mejor manera de trabajar y ver la progresión de la futbolista. En Mulier no vas a ser profesional por nuestras limitaciones económicas, pero sí que te vamos a dar las herramientas o vamos a tratar de hacerlo para que lo sean. Apostamos por algo en lo que creemos, que es el trabajo formativo, sobre todo en seguir apostando por la interpretación de los contextos y que las jugadoras puedan tomar la mejor de las decisiones que se plantean en el terreno de juego. Sabemos que no podemos tener las mejores futbolistas porque estarán en estructuras profesionales”. Es por ello que les es motivo de orgullo cuando ven “a gente que has tenido muy pequeña y ahora las ves debutar con tu equipo o las ves crecer en Primera Federación o en Segunda. Es un lujazo ver a esa gente por la que has apostado muy joven, como Mariana Cerro en Liga F, o Maitane Vilariño, en Osasuna, que ya está asentada y es una satisfacción plena. Te alegras por ellas, porque tienen la oportunidad ante sí de ser profesionales de lo que más les gusta”.

Mulier, que tiene un convenio con el Athletic, no es un referente por su forma de trabajar, pero sí que ha llamado la atención de “clubes que preguntan cómo trabajamos, pero tampoco ha sido algo de venir a ver cómo trabajamos. A ese punto no hemos llegado, pero consultar, sí, varios equipos fuera de Navarra. Cada comunidad tiene sus cuestiones. El fútbol femenino está en una fase de crecimiento, se están creando las categorías, las formas de trabajo... y lo que vale para Navarra en Cádiz o Madrid igual no puede hacerse porque no tiene tantos equipos. Pero consultar lo han hecho y espero que les haya servido. No somos una referencia, porque en Vizcaya el Bizkerre trabaja muy bien, o el Madrid CFF también”, valora un Ugalde que, mirando al futuro, asegura que “siempre quieres mejorar. A nivel de preparación física y prevención de lesiones tenemos que profundizar un poco más porque este año hemos tenido bastantes lesiones de ligamento cruzado y creo que ahí tenemos que ahondar, porque es una problemática que existe en el fútbol femenino. Y a nivel físico, los equipos van creciendo y hay un límite en el que igual no puedes competir. A nivel metodológico estamos muy contentos”.

Mulier disputó este fin de semana un torneo en Azpeitia, donde Osasuna se proclamó campeón y en el que compitieron clubes como el Deportivo, el Madrid CFF o el Burgos. Precisamente contra el Madrid CFF perdió Mulier en semifinales, y contra el cuadro gallego en penaltis en el tercer y cuarto puesto.