Una alegría inesperada para el San Juan

Conseguida la permanencia matemática el pasado fin de semana el San Juan dio la campanada en uno de los campos más complicados de la categoría. Un solitario tanto de Marcos Olcoz en el tramo final del partido permitió al cuadro de Bebeto conseguir su décimo segunda victoria del curso y quinta a domicilio. A los navarros les valió una de sus escasas aproximaciones para sumar un tercer triunfo consecutivo antes de acabar la temporada la próxima semana en casa ante el Alavés B e incluso mantiene opciones de meterse en play off. A partir del primer cuarto de hora los navarros parecieron despertar, al menos para igualar temporalmente el juego en la medular, pero carecían de mordiente en ataque, incapaces de generar una sola ocasión en la primera mitad. Los vizcaínos eran los únicos que creaban peligro y poco antes del descanso activaron un último asedio que también fue infructuoso. Ibai Sanz con un disparo a bocajarro y Larrauri junto a Gorka Agirre gozaron de ocasiones muy claras, pero Ángel Fraga continuaba de dulce y evitaba que el marcador se moviera al paso por el descanso. 

Tras el paso por los vestuarios la vida siguió igual aunque con un ritmo algo más pausado. De todas formas los locales volvieron a aprovechar otro desajuste del rival para generar otra rápida transición con un disparo intencionado desde la media luna de Toni Salado que tampoco acabó con la inspiración del guardameta visitante. Cinco minutos después llegó por fin un primer intento relativamente serio de los navarros, con un disparo lejano de Irigiben demasiado centrado. A partir de entonces volvió un nuevo ataque masivo de los locales en los que acontecieron los dos últimos paradones de Ángel Fraga a remates claros de Balastegi y Villacañas, para certificar un sorprendente 0-1 final para un San Juan que llega al último partido de Liga aún con algo en juego.