Con una victoria agónica ante el Betis (0-1) gracias a un tanto de Omar Alderete, el Getafe comprimió la pelea por la permanencia y comprometió las opciones de salvación del Cádiz, del Almería, del Celta e incluso del Valencia, en una jornada en la que el Villarreal consiguió mantenerse en la pelea por la cuarta y última plaza de Liga de Campeones.

El Getafe no podía fallar en el Benito Villamarín, lleno hasta la bandera para ver a su equipo asegurar su presencia en Europa. Visitó al Betis con la necesidad de ganar sí o sí para no asomarse al abismo de la Segunda División en una empresa complicada: volvía a un feudo de infaustos recuerdos (allí descendió en el curso 2015/16) en el que apenas había ganado en dos de sus catorce visitas anteriores.

Todo estaba en contra para los hombres de Bordalás, que, sin embargo, aguantaron el tipo con un sistema conservador marcado por la presencia, una vez más, del rocoso Djené Dakonam en el mediocentro. El defensa togolés sujetó el centro del campo azulón, que además se quedó a las primeras de cambio sin su estrella porque Enes Ünal, lesionado de gravedad en una rodilla, abandonó el terreno de juego a los once minutos.

Pese a todo, con casi el único remate a portería que hizo en todo el partido, se llevó los tres puntos. Alderete, a la salida de un córner, se encargó de comprimir la clasificación por abajo. Su testarazo oxigenó al Getafe, que salió del descenso para volver a meter al Valladolid, que suma 38 puntos, los mismos que el cuadro azulón y que el Cádiz. El Almería, con uno más, y el Celta, dos por encima, fueron los otros dos damnificados de la victoria de una victoria clave para el equipo de Bordalás.

Y, casi de milagro, el Espanyol aún sobrevive pese a ocupar la penúltima posición. Empató 3-3 con el Atlético de Madrid y está a tres puntos de la salvación. Pudo ser peor, porque en el minuto 46 perdía 0-3 con los tantos de Saúl Ñíguez, Antoine Griezmann y Yannick Carrasco.

En tan solo quince minutos, el cuadro periquito se agarró a la permanencia con los tantos de César Montes, Joselu y Vinicius Souza. Rescató un punto que puede ser de oro a final de curso y que descabalgó al Atlético de Madrid de la segunda posición.

Se la quitó el Real Madrid en una tarde en la que el protagonista fue un nombre que no estuvo en el terreno de juego: Vinícius Júnior. La resaca del duelo de Mestalla ante el Valencia, aún en plena efervescencia, marcó el duelo entre el Real Madrid y el Rayo Vallecano, que se convirtió en un homenaje del público blanco y de los hombres de Carlo Ancelotti al jugador brasileño.

Clasificación de Primera División.

Clasificación de Primera División.

Todos se pusieron de acuerdo para apoyar a Vinícius, que sufrió varios episodios racistas en Mestalla. Todos los jugadores del Real Madrid, suplentes incluidos aparecieron sobre el césped con la camiseta del brasileño con el 20 a la espalda. A la vez, un tifo con el mensaje "Vinícius somos todos, basta ya", adornó uno de los fondos del estadio madridista.

Además, los dos equipos posaron para la foto con la pancarta "Racistas, fuera del fútbol" y después Vinícius culminó la tarde de gestos: apareció vestido de calle en el césped del Bernabéu para saludar a toda su afición.

Ya en el terreno de juego, el Rayo Vallecano, que aún tenía opciones de alcanzar una competición europea, se las dejó por el camino definitivamente con una derrota sobre la bocina. Al tanto de Karim Benzema en la primera parte respondió Raúl de Tomás en la segunda y fue Rodrygo Goes, en el minuto 89, quien hizo el 2-1 definitivo. Y, como no, puño en alto, se lo dedicó a Vinícius y el partido acabó como empezó, con un homenaje al jugador brasileño.

Con mucho más en juego, el Villarreal y el Cádiz se enfrentaron en el estadio de La Cerámica. El cuadro castellonense aún apura sus opciones de jugar la Liga de Campeones la próxima temporada. La victoria de la Real Sociedad obligaba a los hombres de Quique Setién a ganar a un rival que acudió a la cita con la moral por las nubes tras ganar a un rival directo como el Valladolid la pasada jornada.

Sin embargo, Nico Jackson, otra vez, volvió a erigirse como el protagonista de su equipo. El delantero senegalés va como un cohete en este final de curso y, con un doblete, dejó al Cádiz sin puntos. Suma ocho tantos en los últimos seis partidos y con sus aciertos ante el cuadro gaditano colocó a sus compañeros a cinco puntos de la cuarta plaza con seis en juego. El Villarreal, aún sueña con un milagro. El Cádiz, sigue inmerso en la pesadilla del descenso.

Y en el Martínez Valero, el Elche, ya descendido, y el Sevilla, con la mente puesta en la final de la Liga Europa y con opciones de alcanzar la séptima plaza, empataron 1-1 con los goles de Erik Lamela y de Tete Morente. El argentino abrió el marcador a los diez minutos con un buen disparo desde dentro del área y el jugador del cuadro ilicitano empató antes del descanso tras la expulsión de Pape Gueye.

El medio senegalés impactó con sus tacos en la tibia de Lucas Boyé y dejó a su equipo con un hombre menos durante gran parte del duelo. El Elche, sin embargo, fue incapaz de superar a su rival, que incluso pudo llevarse la victoria en una contra que no culminó con acierto En-Nesyri. Si el Athletic vence a Osasuna este jueves, el Sevilla acabará la jornada a cuatro puntos de la Liga Conferencia con sólo dos jornadas por delante.