La Comisión Europea se propone prohibir el césped artificial con sustrato de partículas de caucho en todos los países miembros de la UE. En el Estado español hay al menos 10.000 campos de fútbol con este tipo de superficie que deberán sustituirla por otra más ecológica.

Al igual que la reciente prohibición de la purpurina, la UE tiene como objetivo abordar los impactos negativos que el césped artificial tiene en el medio ambiente y la salud humana. El césped artificial, utilizado comúnmente no solo campos de fútbol, sino también en parques infantiles y jardines públicos, ha sido objeto de críticas debido a su impacto ambiental. Está compuesto por productos químicos y materiales no biodegradables que, con el tiempo, se descomponen en micro plásticos y contaminan los suelos y las aguas subterráneas.

Además, su fabricación y eliminación generan emisiones de carbono significativas, contribuyendo al cambio climático. Ese mismo caucho es el culpable de esta medida, puesto que la UE lo señala como el principal material contaminante para la atmósfera.

La UE quiere eliminar los micro plásticos y la nueva normativa solo afecta a campos de césped artificial con sustrato de partículas de caucho.

Bruselas busca que los campos de césped artificial con sustrato de partículas de caucho queden prohibidos pero ello no quiere decir que se vayan a prohibir los campos de césped artificial. Ya existen alternativas en el mercado para seguir utilizando el césped artificial pero sin los materiales que son perjudiciales para el medio ambiente.

Durante este período de adaptación, se promoverá la adopción de alternativas más sostenibles como el uso de césped natural o materiales reciclados. Solo en el Estado español hay más de 10.000 campos de hierba artificial, siendo uno de los pilares fundamentales del deporte base.

De hecho en los últimos años se ha explotado aún más la construcción de este tipo de instalaciones gracias a su bajo coste de mantenimiento.