La Federación Española se llevó la Supercopa a Arabia Saudí con el fin de mejorar los derechos humanos y... ¡Que no, que es broma! Lo hizo con el fin de ganar pasta, cuanta más mejor, y el resto le daba y le da igual. Y donde hay pasta, más temprano que tarde aparece la FIFA, que ya ha anunciado que Arabia Saudí aspira a organizar el Mundial masculino 2034 -que, curiosamente, apenas tiene candidatos alternativos- y hasta el Mundial femenino 2035, con la paradoja de que allí las mujeres tienen apenas unos pocos derechos más que el ganado. Dicen los estudiosos de la FIFA que, después del agridulce paso por Qatar -mucho dinero también, pero sin continuidad-, el máximo organismo rector del fútbol cree que Arabia Saudí puede ser esa cabeza de playa en la que hacerse fuerte para iniciar la conquista del mercado árabe, con sus posibilidades de negocio y sus miles de millones, que es de lo que siempre ha tratado esto.