Marcelino García Toral, nuevo técnico del Villarreal, próximo rival de Osasuna el domingo 26 de noviembre a las 14.00 horas en La Cerámica, indicó ayer que espera “responder a las expectativas” y la “confianza” que ha vuelto a depositar en él un club al que ya entrenó durante cuatro temporadas en una primera etapa, aunque es consciente de que el reto que tiene por delante “no es fácil”, ya que es preferible “iniciar un proyecto a principio de temporada”.

“Es un placer volver a estar aquí. El reto no es fácil, pero esto es fútbol y ahora mismo tenemos que revertir una situación que no es fácil”, comentó el asturiano durante su presentación en el estado de La Cerámica.

Marcelino, relevo de Pacheta y que ha firmado por lo que resta de temporada y dos más, se mostró “absolutamente convencido” de que con “su apoyo y el trabajo, la profesionalidad y la capacidad de los futbolistas” intentarán llevar al Villarreal al lugar que le “corresponde”. “Soy consciente del trato recibido aquí en mi etapa anterior, del cariño que me demostró la afición y, por supuesto, a la vez digo que vengo con la misma humildad que en mi anterior etapa”, añadió.

El asturiano, que ya entrenó al Villarreal entre 2012 y 2016, insistió en la “responsabilidad” de los técnicos, aunque recordó que está también la que tienen los jugadores, que deben cambiar esa “dinámica de juego y de resultados”. “Nosotros somos una herramienta de ayuda, nos volcaremos en eso, y luego pensaremos entrenamiento a entrenamiento y partido a partido, no más allá. Hay que ganar partidos”, apuntó.

“Primero hay ser conscientes de la situación en la que estamos y, a partir de aquí, responsabilidad y trabajo. Creo que es bastante sencillo de decir y luego también pienso que es el momento de hablar lo justo y trabajar mucho”, aclaró.

Para ello, García Toral recalcó que el equipo presenta una “buena” plantilla en la que cree. “Si no fuera así, no estaría hablando aquí. Desde nuestra creencia en sus posibilidades intentaremos otorgarle o ayudar a que consigan el rendimiento y regularidad que cualquier equipo de fútbol tiene que lograr para conseguir objetivos altos”, dijo, antes de avanzar que prefiere fijar los objetivos “inmediatos y no a largo plazo” porque así lo “requiere” la actual situación.

Marcelino, cesado esta temporada en el Marsella, debutará contra Osasuna en La Cerámica con un Villarreal que ya lleva tres entrenadores este curso y que es 14º con 12 puntos, dos menos que los rojillos y cinco por encima del descenso.