Un afligido Oriol Riera lamentó en más de una ocasión ayer en rueda de prensa la eliminación del Tudelano de Copa del Rey en la prórroga, cuando tanto el equipo como la afición “dábamos por hecho los penaltis”. “Quedaban 40 segundos y es difícil de asumir, porque ves el partido y hemos sometido a Las Palmas, un equipo de Primera con poderío, con saber estar... Los chicos lo plantearon como yo lo tenía en la cabeza y les transmití. La verdad es que podíamos haber ganado el partido, porque las ocasiones han sido nuestras. Que un equipo de Segunda RFEF, de una ciudad pequeña, pueda someter a Las Palmas, muy orgulloso”, valoró el preparador catalán.

Riera señaló que “para llegar a este tramo, al 120 así, tienes que pelearlo. En transiciones hemos estado sensacional y el orgullo máximo es el mío. Llevo semanas diciendo que estamos pocos, con lesiones de larga duración y ahora es posible que tengamos otra y realmente los que están van al máximo, sin pensar en las consecuencias y es un orgullo y apenado, porque en los penaltis podría haber pasado cualquier cosa. Verlos derrotados, incluso alguno llorando te pone los pelos de punta. Los primeros 70 minutos han sido espectaculares y ese es el refuerzo que nos llevamos”. 

Por su parte, el capitán, Mikel Santamaría, reflejó el sentir del vestuario al proferir que “lo hemos tenido tan cerca y cuando parecía que íbamos a los penaltis, la forma ha sido muy cruel”. “Nosotros sabíamos que estando defensivamente bien les íbamos a pillar, lo hemos hecho en la primera parte tres o cuatro veces. Pero contra esta gente, si perdonas, ellos con media ocasión te empatan y en otra te hacen el segundo gol”, añadió. 

“Cuando tienes más fondo de armario es más fácil aguantar 120 minutos. Estábamos fatigados, pero sí que es verdad que echas a la gente en falta, un poco de aire arriba porque atrás no nos estaban creando peligro”, finalizó el capitán. 

Por último, Álvaro García reconoció tener “sensaciones encontradas” porque “cuando te pasas 122 minutos corriendo y estás cerca de los penaltis y de poder pasar de ronda, al final es un sabor agridulce. Estamos orgullosos porque hemos hecho un gran partido, pero nos quedamos sin ese premio. El equipo tiene que quedarse conque ha hecho un buen partido ante un Primera División”.

El jugador reconoció que “sabíamos que estando bien podíamos competir. No sabes por dónde puede ir el partido, pero cuando hemos empatado nos lo hemos creído. No se le puede pedir más al equipo” y concluyó afirmando que “la respuesta de la gente ha sido muy buena. Solamente darles las gracias”.