El entrenador del CD Leganés, Borja Jiménez, fue claro al término del partido con el Real Madrid (3-2) acerca de las pésimas sensaciones del arbitraje en el encuentro. “Las sensaciones son malas. Hemos hecho méritos suficientes como para no perder. Hemos tenido la mala suerte de que nos ha perjudicado todo lo que iba ocurriendo, y molestos porque el equipo merece más las últimas semanas. Estoy convencido de que en algún momento el fútbol nos lo va a devolver, porque estamos haciendo méritos”, dijo. “Sí, (el club debe alzar la voz). A seguir la dinámica de todos los clubes, que alzan la voz, seguir en la misma línea, eso es positivo. Los jugadores están muy enfadados. Hemos visto ahora las acciones y están indignados. He intentado que valoren lo que han hecho, hemos tenido el 2-3 de Diego. Es verdad que el Madrid ha dominado, con ocasiones, pero tenía que ser así. Estaban muy molestos por las circunstancias”, añadió.
González Fuertes, el árbitro del encuentro, selañó también un más que discutible penalti por caída de Arda Guler. La pena máxima fue el primer asunto polémico de una actuación calamitosa por parte del colegiado.
A pesar de las quejas del entrenador y del ambiente de indignación de los en el vestuario, el club madrileño ha decidido no tomar cartas en el asunto. Según algunos medios, el Leganés tiene la experiencia de la temporada 2019-2020, cuando pidió repetir un Leganés–Levante por un grave error arbitral y, desde entonces, las actuaciones de los colegiados fueron a peor. En Butarque creen que sería contraproducente alzar la voz.
En la temporada 2019-2020 el Leganés también elevó queja formal ante el Comité Técnico de Árbitros por un penalti señalado en contra, en Butarque, frente al Levante, después de que el VAR no revisara que la falta de Siovas a Roger había sucedido fuera del área, no dentro.