Tras un éxito muy sonado con la selección que logró conquistar la Eurocopa de 2024, Mikel Merino regresa a las filas de la Roja para afrontar la Fase Final de la Liga de Naciones, en un duelo donde tendrán que superar a Francia para poder continuar la defensa del título internacional.
Nacido en Pamplona, ciudad adoptiva Stuttgart. Debutó con la absoluta allí, marcó el gol de su carrera...
–Debute allí y siempre es muy especial volver, sobre todo por recuerdos a nivel personal, por haber podido ayudar al equipo con aquel gol en una noche tan mágica, por ganar y por todo lo que pasó ante Alemania. Y a nivel familia es curioso jugar en el mismo estadio donde lo hizo mi padre y marcar como él.
¿Aún recuerda ese momento de silencio que se creo en lo que era una olla a presión?
–Por supuesto que lo recuerdo, lo escuché desde el momento en el que impacto con el balón, hasta que entra en la red. Fue un segundo que se me hicieron tres o cuatro. Ese silencio en el viaje del balón hasta que entra en la portería, en un campo lleno de alemanes, con su selección en inercia positiva y animando sin parar. Y, de repente, escuchar el grito de nuestros fans. Fue un momento mágico que recordaré para siempre.
¿Cómo recuerda su gol en la Eurocopa ante Alemania?
–Es algo que la selección nunca en la historia había conseguido, ganar al anfitrión, en un partido que enfrentaba a las dos mejores selecciones del torneo, una final anticipada, y lograrlo en el último minuto es algo único, que con el tiempo lo voy valorando más. Cuando pasen los años le daré un valor mayor aún.
Regresa España al mismo escenario para uno de esos grandes partidos de selecciones, ante Francia, que bien puede ser final de Eurocopa o Mundial.
–Exactamente, es otro de los valores que tiene una competición como la Nations League. Mucha gente no la valora lo suficiente pero los rivales ante los que juegas como Francia, y si ganas un rival de máximo nivel. Es como una Eurocopa pero más alargada en el tiempo. Es un partido durísimo. Sabemos que para ganar cualquier título tienes que jugar contra los mejores y últimamente lo estamos haciendo muy bien. Queremos seguir por esa línea, compitiendo con todo el respeto a Francia, pero sabiendo que ya les hemos ganado y queremos volver a hacerlo.
Ganas de revancha francesas, por lo ocurrido en la Eurocopa, pero también de España por aquella final de la Liga de Naciones que se marchó por un tanto de Mbappé que provocó posteriormente un cambio de norma...
–El fútbol tiene esto que al final vuelves a cruzar caminos y es curioso que aquella final de Nations fuera contra Francia. Ahora volvemos a jugar contra ellos y cuando estás en torneos de este nivel, te mides a selecciones de un nivel altísimo en partidos bonitos, de mucha rivalidad.
Lo primero que se viene a la cabeza al nombrar a Francia es su poderío físico, ¿se está imponiendo en el fútbol actual?
–Se impone buscar al jugador lo más completo posible. Siempre hay momentos en los que el físico va hacia arriba, pero a nivel técnico las selecciones son buenísimas. Ahora se busca el jugador que es capaz de darte todo, nivel físico, técnico, que entienda el juego y son partidos atractivos de jugadores que están llamados a marcar el futuro.
A nivel de clubes se vio en la eliminatoria del Arsenal ante el Real Madrid, la forma en la que enterraron cualquier esperanza de remontada en el Bernabéu...
–Hoy en día es lo que marca el camino, ser un equipo en el que los once van a muerte y físicamente son máquinas. No hay más que ver nuestra eliminatoria contra el PSG, dos partidos de tú a tú con los jugadores dándolo todo. Con Luis Enrique a la cabeza han demostrado lo que funciona hoy en día y lo que te da títulos.
¿Le ha dejado una espinita esta Champions?
–Sí, el otro día me dolió ver la final tras sentirte tan cerca de verte ahí. Creo, personalmente, que el Arsenal por los dos partidos que hizo en semifinales podía merecer estar ahí. Al final son detalles que deciden, brillantez individual, en este caso Donnarumma salva dos manos a manos y los primeros quince minutos de París que pudieron darnos la eliminatoria, pero es el fútbol de hoy en día a día, que aún siendo perfectos como equipo, se decide por detalles.
¿En qué le ha mejorado emigrar al fútbol inglés?
–Soy alguien más maduro todavía, las experiencias, el cambio de aires, salir de tu zona de confort te endurece, te hace crecer. Pasar por momentos duros, darte cuenta de lo que tienes y lo que no, ver lo que tienes que mejorar. Este año ha sido distinto, he aprendido mucho de un grupo con distintas nacionalidades, de una cultura distinta en el país que me hace más maduro.