La irrupción de Manor Solomon en el Villarreal solo puede catalogarse de espectacular desde el prisma futbolístico. En 29 minutos de juego repartidos en dos partidos suma un gol y una asistencia. En su segunda comparecencia con el equipo de Marcelino García Toral anotó el tanto de la victoria ante el Sevilla. Pero lo que verdaderamente ha trascendido desde que fue incorporado por el club amarillo en calidad de cedido procedente del Tottenham ha sido su origen.

Solomon nació en Kfar Saba, Israel, hace 26 años. Dio sus primeros pasos en el profesionalismo en el Maccabi Petah Tikva. Cuando apenas había disputado 83 partidos con el club israelí, el Shakhtar Donetsk apostó por él con una transferencia cifrada en 6,5 millones de euros. En el conjunto ucraniano jugó 106 partidos, con 22 goles y 9 asistencias. El estallido de la guerra por la invasión de Rusia le llevó a tomar la decisión de abandonar el país.

Así, emprendió diferentes aventuras en Inglaterra. Primero militó a préstamo en el Fulham (24 partidos y 5 goles). Después fichó con la carta de libertad por el Tottenham (6 partidos y 2 asistencias), que aprovechó que la FIFA permitía a los futbolistas irse gratis de los clubes afectados por el conflicto en territorio ucraniano. Por último, el curso pasado recaló en el Leeds, de nuevo como cedido, para protagonizar la que ha sido su mejor etapa en el país inglés al disputar 41 partidos logrando 10 goles y 13 asistencias para ayudar en el ascenso a la Premier League. Pese a ello, el Tottenham apostó por una nueva cesión, esta vez al Villarreal, donde Solomon ha entrado con buen pie desde el plano futbolístico.

Durante todo este tiempo, Solomon se ha consolidado como uno de los jugadores más importantes de su generación en Israel. No en vano, ha jugado en todas las categorías de la selección hasta alcanzar la absoluta, con la que ha disputado 46 partidos y ha anotado 8 goles. Pero es precisamente esta condición de ciudadano israelí –aunque tiene también la nacionalidad portuguesa– la que le ha dado especial notoriedad en los últimos tiempos, sobre todo a medida que se ha ido recrudeciendo el conflicto palestino-israelí, catalogado ya por la Organización de Naciones Unidas de “genocidio” por parte de Israel.

Durante su estancia en Inglaterra, el futbolista fue objeto de insultos y acoso en las redes sociales y los estadios por mostrar públicamente su apoyo a Israel en el contexto de la guerra en Oriente Medio. “Israel tiene derecho a defenderse” o “se bombardean ellos mismos y luego nos echan la culpa a nosotros” fueron algunas de las palabras de Solomon para justificar la actuación del gobierno de Benjamín Netanyahu. La grada, mientras, le catalogaba de “genocida” y “asesino de niños”.

Solomon llega al Villarreal y da un giro a su actitud

La llegada del futbolista al Villarreal generó una gran controversia. Parte de la afición groguet rechazaba el fichaje de Solomon y criticó a los gestores del club, que también apostó por incorporar este pasado verano a Thomas Partey, jugador pendiente de resolver una acusación por violación en Inglaterra. La recepción del israelí coincidió en tiempo además con las protestas propalestinas durante La Vuelta ciclista, que provocaron la cancelación de etapas como las de Bilbao o la definitiva de Madrid. Al ser preguntado al respecto ante los micrófonos, Solomon modificó el que venía siendo su discurso. “Estoy aquí para jugar a fútbol, no para hablar de política. Soy israelí. Estoy orgulloso de serlo. Pero estoy aquí para jugar al fútbol”, pronunció.

Las palabras de Solomon fueron tachadas de incoherentes. Se tildó al jugador de hipócrita y de cobarde por dar un giro ante los medios de comunicación negándose a hablar de cuestiones que él mismo había tratado anteriormente. El caso es que las declaraciones emitidas en Inglaterra siguen persiguiendo a Solomon, que cobró factura en su primer encuentro a domicilio como jugador del Villarreal. El extremo saltó al terreno de juego en el minuto 83 y un sector de la grada del Sánchez-Pizjuán comenzó a ondear banderas palestinas al grito de “Israel, asesina”. Ya en las horas previas al partido, el grupo Biris Norte impulsó una campaña contra el jugador: “Este defensor del genocidio visita nuestra casa... ¡En Nervión no hay espacio para sionistas!”.

Solomon adquirió el protagonismo. Fuera y dentro del césped. En el minuto 86 marcó el gol que resolvió el partido en favor de su equipo. “Hola groguets. Estoy muy contento por mi primer gol y la victoria. Endavant Villarreal”, publicó en redes sociales, ajeno a los hechos. Con esta primera visita de Solomon a un estadio de LaLiga se abrió un escenario de incertidumbre sobre lo que estará por venir. La certeza es que ya es objetivo de la ira contra Israel.