El Ourense CF, colista del grupo I de Primera Federación, protagonizó la primera sorpresa de la Copa del Rey al eliminar a un triste Oviedo (4-2), en un partido que se resolvió en la prórroga, forzada por un tanto de Jelbat en el último suspiro del tiempo reglamentario y resuelta por los goles de los marroquíes Omar Ouhdadi y Amin Bouzaig.
El batacazo ovetense es gigantesco, lo que alimenta la decepción que supuso el relevo en su banquillo. El equipo de Luis Carrión firmó otro partido desastroso y fue incapaz de conservar sus dos goles de ventaja.
Valiente
El Ourense fue valiente desde el inicio, pero el Oviedo no tardó en quitarle el balón. Ninguno amenazó hasta que Hugo Sanz cometió un claro penalti sobre Hassan, más rápido que el lateral gallego cuando lo encaró para ganarle la línea de fondo. Desde los once metros, el croata Josip Brekalo adelantó a los de Carrión.
El 0-1 hizo daño al conjunto gallego, noqueado durante unos minutos. Brekalo, con un remate con la zurda que se le marchó desviado, y Reina, después de una acción de estrategia tras un saque de esquina, tuvieron el 0-2 antes de que el técnico local, Dani Llácer, retocase su once por la lesión de Punzano, sustituido por el marroquí Omar Ouhdadi.
Calma
Ese parón le sentó bien al Ourense, que se tranquilizó. Y, poco a poco, empezó a adueñarse del balón. El Oviedo sufría para salir de su campo. Rozando la media hora, llegaron las primeras ocasiones gallegas: David Muñoz no llegó por centímetros a rematar un pase atrás de Omar; y, tras el saque de esquina, el remate de Jerín no encontró portería.
El Ourense volcó su juego hacia el costado izquierdo, donde Hugo Sanz hacía daño a la defensa ovetense con sus internadas. Al filo del descanso, el rumano Modovan evitó el empate con una espectacular parada a Omar, que había buscado finalizar con un disparo al palo largo. Y en el último suspiro del primer acto fue Aranzabe quien rozó el tanto.
Ocasiones
El guion de la segunda parte no cambió. El Ourense continuó volcado en busca del empate y encontró su premio con un gol de Jerin Ramos. Pero la alegría apenas le duró cinco minutos. El serbio Ilic culminó una gran jugada de ataque con un potente disparo.
El choque se abrió a partir de ahí. El Oviedo, demasiado hundido para defender el resultado, disfrutó de dos ocasiones para matar la eliminatoria. En la primera, Fede Viñas se encontró con Alberto; en la segunda Agudín estrelló su disparo en el larguero.
El Ourense también coleccionó ocasiones, pero le faltó acierto. Hasta que en el último suspiro, tras una falta lateral, Jelbat desató la locura en O Couto con su remate. 2-2. Merecido premio para los gallegos, justo castigo para la racanería ovetense.
Y nada cambió en el añadido. El Ourense fue el que más buscó el pase a la siguiente ronda. Omar, eléctrico desde su entrada en el terreno de juego, ya avisó antes de culminar la remontada con un gran golpeo al palo corto. El Oviedo estaba tocado y Amin terminó de enterrarlo en el minuto 113 desde el punto de penalti.