Un postre de origen italiano que apasiona a los amantes del café. Así es el tiramisú, una delicia para los paladares. Un plato que, junto a la pasta y la pizza, ha cruzado las fronteras italianas y ha conquistado otros mucho territorios. Hasta tal punto que el tiramisú se ha convertido en uno de las delicias que no falta en una carta de postres de cualquier restaurante.
Pero no solo podemos disfrutar de este delicioso postre en restaurantes, también tenemos la opción de animarnos y dar el paso de probar a hacerlo en casa siguiendo la receta original italiana. Conseguir el mismo resultado que el de los resultados solo nos llevará un poco de práctica.
Ingredientes
- 500 gr de queso mascarpone atemperado
- Dos huevos camperos
- 350 ml de café frío
- 80 gr de azúcar
- 30 gr de cacao en polvo
- 30 bizcochos de sotellita caseros
Cómo hacer tiramisú casero en solo 3 pasos
Preparar el café
Para hacer este tradicional postre italiano lo primero que hay que hacer es preparar el café y dejarlo enfriar.
Preparar la crema mascarpone
Separar las yemas de las claras de los huevos. Añadir las claras en un bol y batirlas a punto de nieve. En otro recipiente, batir las yemas de huevo con el azúcar, hasta que se disuelva por completo.
Remover el queso mascarpone y añadirlo a las yemas de huevo con azúcar que se ha preparado previamente. A continuación, añadir las claras y mezclarlos con movimientos suaves. El resultado ha de ser una textura suave, cremosa y homogénea.
Montar el tiramisú
El último de lo pasos consiste en montar los bizcochos en el café frío y colocarlos en la base de un molde, preferiblemente cuadrado rectangular. Esparcir una capa de la mezcla de queso mascarpone y huevo por encima de los bizcochos. Repetir el proceso de añadir una nueva capa de bizcochos de soletilla y la crema crema de huevo y mascarpone.
Una vez se hayan colocado todos los bizcochos y la mezcla de queso mascarpone y huevo, espolvorar una fina capa de caca en polvo sobre la capa superior e introducir el molde en la nevera mínimo 3 horas, aunque lo recomendable es dejarlo hasta el día siguiente.
¿El resultado? Una crema cuajada y consistente lista para servir. Eso sí, en 10 o 15 minutos después de sacarlo de la nevera. Antes de degustarlo, espolvorear otra capa fina de cacao en polvo.
