Sandra Bullock es una de las actrices más famosas y seguidas del mundo, sin embargo, siempre se las ha arreglado para mantener su vida privada lo más alejada de los focos posible, manteniendo en la intimidad hasta los sucesos más difíciles. 

Ahora ha tenido que enfrentarse a uno de sus momentos más tristes, tras la muerte de Bryan Randall, su pareja, a los 57 años.

Ambos conocieron el diagnóstico del fotógrafo hace tres años y prefirieron afrontar el ELA de manera privada. 

Ahora su pérdida ha supuesto uno de los golpes más duros para la popular actriz, tal y como han asegurado sus amigos y familiares, que han querido ensalzar la entereza que ha demostrado la intérprete durante todos estos meses de lucha junto a Randall. 

Sin embargo, durante todo ese tiempo Sandra Bullock tomó una decisión que, aunque en su momento pasó algo desapercibida, ahora cobra un nuevo significado y refleja su amor y entrega hacia el que fuera su novio. 

LA DECISIÓN QUE SANDRA BULLOCK TOMÓ POR AMOR

Durante la primavera del 2022, hace apenas un año, Sandra Bullock quiso anunciar que había decidido hacer un paréntesis en su exitosa carrera cinematográfica, tras 35 años de profesión y más de medio centenar de películas que ya forman parte de la historia del cine y que lograron convertirla en una de las intérpretes más queridas y admiradas por el público en todo el mundo. 

"Me tomo mi profesión muy seriamente cuando estoy trabajando, y solo quiero estar las veinticuatro horas del día y los siete días de la semana con mis hijos y mi familia. Ahí es donde voy a estar durante una temporada", decía entonces la protagonista de ‘La ciudad perdida’.

En el momento de las declaraciones, todo el mundo asumió que Sandra quería centrarse en el cuidado de sus dos hijos, Louis y Laila, que ahora tienen 13 y 11 años respectivamente, y además de esta forma también podría pasar más tiempo al lado de su novio, quien también tenía una hija, fruto de una relación anterior, pero nadie supuso que la decisión de Bullock tenía en realidad un trasfondo mucho más duro y doloroso. 

De hecho, la actriz supo llevar este complicado proceso en la más estricta intimidad, sin dar ni una sola señal de que algo estaba ocurriendo en ninguna de sus apariciones públicas, entre ellas, la presentación de sus dos últimas películas, ‘La ciudad perdida’, comedia en la que compartía créditos con Channig Tatum y Daniel Radcliffe, y ‘Bullet Train’, protagonizado por Brad Pitt, Aaron Taylor-Johnson, Zazie Beetz y Michael Shanon.