Estíbaliz Prieto, más conocida como Esti en las redes sociales, jamás hubiera pensado en acariciar siquiera los 400.000 seguidores en Instagram. El periplo digital de esta creadora de contenidos de Bilbao empezó en 2012.
En sus inicios subía fotos de moda para pasar el rato, por puro entretenimiento. No tenía aspiraciones más allá de mostrar sus looks a su entorno en las redes sociales y matar el aburrimiento.
Y entonces llegó un número redondo. “Los primeros 100 seguidores los celebré como si fuesen 10.000”, recuerda durante unas breves vacaciones familiares en Torrevieja. Ha ido en busca de sol y le han tocado días de lluvia en su escapada por la Costa Blanca.
La mala suerte meteorológica le acompañará hasta que el mal tiempo dé una tregua y por fin se despeje el cielo. Aprovecha para subir varias fotos a su cuenta de Instagram, @_esti, con la playa de la Mata de la ciudad alicantina de fondo junto a una ilustrativa frase: “De cuando nos salió el sol en las vacaciones”. Instagram ha sido para ella un pasatiempo, un complemento y también una herramienta de trabajo.
Prieto colabora con distintas marcas de ropa y cosmética. Se gana la vida haciendo publicidad y, por lo que cuenta, le va muy bien. “Estoy muy contenta. Tiene sus cosas malas, pero creo que termina compensando porque me aporta una calidad de vida increíble. Jamás hubiese pensado vivir de esto”, afirma.
La influencer de moda estudió Turismo en Deusto y durante un tiempo trabajó en una oficina de la cadena de agencias de viajes Halcón Viajes. Después pasó varios años en la recepción de un hotel de la antigua Naval de Sestao. No le gustaba ni el oficio ni el ambiente que se encontró allí. Aunque no lo menciona expresamente, en el turno de noche tenía que aguantar los “comentarios” machistas de los hombres que se alojaban en las habitaciones.
Dejó su puesto en octubre de 2016. “Lo recuerdo como si fuera ayer. Pedí una excedencia de dos años y me marché”, dice. Se lanzó a probar suerte en el mundo de las redes sociales, pero no las tenía todas consigo. Le entraron algunas dudas. “No me daban las horas. Por aquel entonces no había ni reels y se me iba la mañana entera haciendo un post. Pensaba: ‘Madre mía, ¿dónde voy a acabar?’”.
La apuesta le está saliendo bien. Muchos de los contenidos que sube a sus posts de Instagram son fruto de las colaboraciones con marcas de ropa como The Extreme Collection o Shein, las zapatillas New Balance, productos de cosmética (Yepoda, Nivea), una empresa de seguros veterinarios y hasta una loncha de jamón asado de Argal, entre otras.
“Me gustaría tener más tiempo para poder intercalar un tipo de contenido que no sea publicitario, pero a veces no puedo por falta de tiempo”, comenta Prieto. De la publicidad sí que no puede escapar. “Eso lo tengo que hacer sí o sí; es mi medio de vida”, subraya.
Entre sus stories fijados en el perfil destaca un nombre, el de su hija Mía. No muestra al bebé públicamente, pero sus cientos de miles de seguidores han podido seguir todo el proceso del embarazo hasta ser madre soltera por fecundación in vitro.
Lo anunció el 5 de enero de 2023 en Instagram: “Pues aquí no estamos esperando a los Reyes, aquí estamos esperando a una Reina que se llamará Mía”. La foto le valió una catarata de likes.
Perfil Digital
La mayoría de los posts en su cuenta de Instagram se han llenado de reels publicitarios en los que muestra productos de todo tipo, habla de moda y recomienda complementos. De vez en cuando cae algún selfie, cuelga fotos con un tono más informal y se pega alguna que otra escapada a algún hotel en Madrid, Ibiza...
Desde que ha sido madre también se puede ver a Prieto acompañada de su hija en brazos o en un carrito de bebé. En TikTok (esti-prieto) impera el contenido relacionado con la moda y suele hacer listados de todo tipo. ¿Su vídeo más reproducido? Sus 38 looks “imprescindibles” para la pasada temporada otoño-invierno.
