El auge y la caída de Frank Cuesta

No cabe ninguna duda de que Frank Cuestaes uno de los nombres propios de estos últimos días. Y no es para menos: detrás de la imagen de defensor incondicional de los animales que ha proyectado siempre, se esconden varias polémicas rodeadas de maltrato, audios y declaraciones suyas de por medio. 

Por no hablar de las versiones que aporta sobre su estado de salud y de la falta de formación para trabajar con especies animales, entre otros asuntos. Así las cosas, el auge que vivió el famoso por su éxito en televisión ha terminado en la caída a lo infiernos de su imagen.

De fenómeno televisivo a personaje polémico

El ascenso mediático de Frank Cuesta empezó en 2010 cuando fue entrevistado en el programa ‘Callejeros Viajeros’ de Cuatro. Dada su soltura ante las cámaras y conocimiento sobre reptiles, la cadena decidió ofrecerle su propio espacio, ‘Frank de la Jungla’. 

Tal fue el éxito de este formato, que lo convirtió en un amante de los animales y el ecologismo. Y no solo eso: también se hizo con un Premio Ondas por su labor en este espacio. Más tarde, vinieron más proyectos: ‘La selva en casa’, ‘Natural Frank’ y, ‘Wild Frank’, en Discovery Max.

No obstante, y a medida que su figura pública iba haciéndose más popular, el aventurero fue implicándose en diferentes polémicas. De hecho, con el paso de los años, empezó a adoptar posturas muy controversiales en el plano político, más cercanas a la ultraderecha. 

Esto cogió por sorpresa a sus defensores, dado que estas ideas, junto con su particular visión sobre el cuidado animal, chocaban frontalmente con un amplio sector de la sociedad, por lo que no es de extrañar que se haya convertido en el blanco de muchas críticas. 

Los audios del escándalo

Recientemente, Frank Cuesta ha vuelto a estar en el punto de mira, debido a la filtración de algunos audios privados en los que su mensaje ecologista no se corresponden con sus acciones.

En estas grabaciones, el también presentador habla de los animales que viven en el santuario que dirige en Tailandia. Sus palabra están llenas de amenazas:  “Hay que tener suricatas, que a la gente le gustan las putas suricatas”, o “voy a poner veneno todos los putos días hasta que mueran todos los putos perros”.

Asimismo, el televisivo manifiesta su intención de envenenar gatos con comida tóxica para acabar con los felinos que se acercasen al recinto. Por no hablar de su deseo de manipular el relato para recaudar más fondos: “Lo que vamos a decir es que la sabana ya está vendida y necesitamos más dinero por culpa de Yuyee (su exmujer)”.

Todos estos audios han sido difundidos por Chi Wildlife, antiguo socio y colaborador del propio Frank Cuesta. Además de dicho material, también aportó fotografías que mostraban las deplorables condiciones en las que se hallaban en el santuario. 

Maltrato animal y enfermedades

En un vídeo que grabó como comunicado y que ya ha sido borrado,  Frank Cuesta detalla que todos los animales que habitan en el santuario han sido comprados. “Podemos decir que es más una granja de animales que un santuario. Nunca he rescatado animales y ha sido todo parte de un show que se me ha ido yendo de las manos”.

También aclara cómo ha actuado con ellos: “Los animales que han muerto en el santuario en su mayoría, ha sido por mi negligencia. Pero la situación ha ido mejorando e intento aprender más y mejorarlo”.

“Ni soy veterinario ni soy herpetólogo. Tengo conocimientos que no son básicos de animales, pero tampoco son profesionales”, aclara en YouTube. En cuanto a su estado de salud, Cuesta dice no tener cáncer: “Llevo años tratándome de una mielodisplasia, pero no tengo cáncer”.

Pese a todo, Cuesta ha recibido el apoyo de Zape, su hijo mayor. El joven se ha mostrado agradecido de las muestra de apoyo que le ha llegado: “Han sido unos días un poquito complicados, pero bueno”. Del mismo modo, ha denunciado la campaña de acoso y derribo que llevan sufriendo su padre desde que todo este revuelo mediático estallara.

Reacciones y justificaciones

Después de esta ola de críticas, Frank Cuesta asegura que todas estas pruebas son fruto de una conversación privada sin su consentimiento. En un vídeo eliminado, explicó que jamás había usado veneno para alejar a los animales, pero sí laxante. 

Sin embargo, estos intentos de tratar de justificar su discurso no parecen estar convenciendo a la audiencia. En el mundo digital, muchos creadores de contenido han afirmado su decepción, y otros exigen responsabilidades e investigar el santuario.