El guiño de Amaia Romero a Pamplona en su concierto sobre la Ría de Bilbao

Pionero, histórico y memorable. Así es como los expertos y quienes vivieron los conciertos de BBK Ría desde cera describen el evento de este pasado sábado en Bilbao. El espectáculo BBK Ría, organizado en el 10º aniversario de la entidad bancaria como fundación, congregó a entorno a 35.000 personas. Un evento gratuito en el que los protagonistas fueron Iñigo de ETS, Amaia Romero y Arde Bogotá y un escenario flotante cercano al Puente del Arenal,con la trasera del Teatro Arriaga.

Algo más de tres horas y media de cita musical cuyo pistoletazo de salido llegó a las 18:15 horas de la mano de Iñigo Etxezarreta, líder, cantante y guitarrista de ETS. A las 19:30 horas llegó el turno de Amaia. En solitario, con el único apoyo instrumental de su piano, y sin guitarra acústica ni arpa. 'Nadie podría hacerlo', 'El encuentro', 'Tengo un pensamiento', 'Fiebre' y 'Me pongo colorá' fueron algunos de los temas estrella de la cantante navarra.

El fin de fiesta se inició a las 20:20 horas con Arde Bogotá. "Desde que sonó el inicial Antiaéreo hasta su despedida con Los perros, los de Cartagena, que tienen ya problemas en casa para albergar todos los premios de la Academia de la Música logrados, demostraron tanta profesionalidad como engolamiento", se relataba desde este medio en la crónica del evento.

El guiño de Amaia Romero a Pamplona en su concierto sobre la Ría de Bilbao

"Sobradísima de voz, pizpireta, simpática y guasona, entre la ingenuidad y ese desparpajo natural que atesora, entre lo innato y lo calculado", Amaia Romero, que actuará en unos días en el Bilbao BBK Live, cumplió con las expectativas. "Entre aplausos y tras descubrir muy tarde y entre risas el pedal del piano, se despidió con la estremecedora y lorquiana Zorongo gitano y Yamaguchi.

Y es que 'Yamaguchi' es una de las canciones más especiales para Amaia. Un tema dedicado a un lugar especial de su ciudad natal del que guarda bonitos recuerdos. En 'Yamaguchi' se dio su "primer beso" y en él se ganó "buenas resacas". La ciudad navarra y japonesa llevan hermanadas desde 1980. "Hay un parque en mi Pamplona que yo quiero recordar/ En el parque Yamaguchi yo me debí quedar/ Me pregunto si en Japón una niña llorará como yo he llorado amores en las fiestas de San Juan", dice la canción.