En agosto de 2021, en plena pandemia de COVID-19, el mundo del fútbol vivía un terremoto: Leo Messi dejaba el FC Barcelona. Uno de los más afectados era Sergio “Kun” Agüero, que acababa de fichar por el club azulgrana con la ilusión de jugar junto a su amigo. Ibai Llanos, muy vinculado al Kun, rememora en un vídeo reciente cómo vivió ese momento. “Messi se va del Barça… locura total”, recuerda el streamer, que acompañaba al delantero argentino en aquellos días de incertidumbre.
El bilbaino, ya por aquellas muy conocido en el mundo del streaming, compartía esos días varios encuentros con el Kun. “En teoría iba a cumplir uno de sus objetivos, que era jugar con Messi”, narra. Sin embargo, la noticia dejó a Agüero “todo jodido”, como dice Ibai, y con la sensación de que parte de su proyecto personal en el Barça se había derrumbado.
La proposición
Apenas un día después de conocerse la salida de Messi, Ibai y el creador de contenido argentino Coscu recibieron una propuesta del "Kun" para ir a cenar. El streamer recuerda que lo vio como una manera de animar a un amigo abatido: “Digo, este chaval debe estar triste, vamos a cenar por ahí”.
La escena empezó con normalidad, hasta que Ibai notó algo extraño durante el trayecto. “Yo iba todo tranquilo en el coche del Kun Agüero y veo que hay un montón de paparazzi… Me siento aquí Georgina Rodríguez”, comenta el bilbaino. Al llegar, el lugar parecía un restaurante de lujo, con un gran árbol y una casa espectacular. Fue entonces cuando la madre del Kun le dijo: “Amigo, vos vas a disfrutar mucho. Tranquilo”. Ibai pensó que era una frase de motivación o un aviso de que iba a probar una cena increíble hasta que entendió la verdad: no era un restaurante, sino la casa de Leo Messi.
El momento del encuentro
Diez pasos después, el bilbaino se topó con la estampa más inesperada: Leo Messi en camiseta de Batman, chanclas y pantalón rojo. “¿Dónde me meto yo ahora?”, confiesa. Entonces descubrió que el Kun les había llevado a la cena de despedida de Messi en Barcelona, una reunión privada con amigos y compañeros de toda la vida.
En la mesa estaban figuras como Sergio Busquets y Jordi Alba, quien no perdió la oportunidad de bromear: “¿Qué hace un madridista como tú por aquí?”. Ibai, fiel a lo que sentía, respondió: “No lo sé ni yo”.
Una urgencia incómoda
Mientras la noche avanzaba, Ibai empezó a sufrir un problema muy humano: “Me estaba cagando mucho”. Según contó, no se atrevió a interrumpir a Messi para preguntar por el baño. “Si me cago en casa de Messi, me aguanto la cagada. Si me meo en casa de Messi, me aguanto la meada”, resumió con el tono humorístico que lo caracteriza.
El menú no ayudaba: tequeños, pizza, provolone… cada bocado aumentaba su urgencia. La salvación vino gracias a una circunstancia de la época: el toque de queda por COVID que obligaba a marcharse a la una de la madrugada.
Una foto para la historia
La cena terminó con un ambiente cargado de emoción. Messi se despedía de sus compañeros entre abrazos y lágrimas. Ibai, en medio de ese momento histórico, también estaba “en shock”. Antes de marcharse, el propio Messi, que sabía que el influencer querría tener una foto junto a él, le propuso a Ibai inmortalizar el momento, a lo que Ibai evidentemente accedió.
Ese instante quedó grabado no solo en la memoria de los presentes, sino también en la cámara de Ibai. “Fui a su casa a cenar y no, no cagué en su baño. Me aguanté y fui al mío”, remata el bilbaino.