Controlar el paso de la luz y garantizar la privacidad. Así se podrían resumir las dos principales funciones de la persiana. Un dispositivo presente en todos los hogares que requiere, de la misma forma que lo precisa cualquier elementos del hogar, de tiempo y dedicación para mantenerlo limpio y en perfecto estado.
Sin embargo, y aunque no seamos conscientes, la persiana termina acumulando polvo y suciedad, de manera que puede llegar a afectar, no solo a su apariencia, sino a la calidad del aire que se respira. Y es que, teniendo en cuenta que se trata de un elemento que está expuesto a fenómenos como la lluvia y el viento, no es de extrañar que la suciedad termine llegando a ella. Por lo que sí, al contrario de lo que se pueda llegar a pensar, las persianas se limpian, tanto por dentro como por fuera. Y para ello no es necesario asomarse por la ventana ni correr ningún tipo de riesgos.
Cómo limpiar la persiana por fuera, desde dentro y sin desmontarla
Para limpiar la persiana por fuera desde dentro tenemos dos opciones, la primera de ellas desmontando la persiana y la segunda sin desmontar. Para hacerlo sin desmontarla seguiremos los siguientes pasos:
Bajar la persiana del todo y limpiar el polvo acumulado
Para limpiar la persiana por fuera, desde dentro sin desmontarla, el primero de los pasos que hay que seguir es bajar la persiana del todo y retirar el polvo acumulado. Se hará con la ayuda de un trapo o paño viejo, un cepillo o incluso una vaporeta, un dispositivo de limpieza y desinfección.
Preparar la disolución
Para limpiar la persiana mezclar agua y jabón. En caso de que la persiana acumule una mayor cantidad de suciedad o se observe que está incrustada, los expertos también recomiendan añadirle vinagre de limpieza o amoniaco a la mezcla.
Empezar a limpiar
Una vez preparada la mezcla, con la ayuda de un trapo o un cepillo, limpiar la superficie de la persiana enrollada que esté al alcance desde el interior de la caja. A medida que se vaya limpiando la persiana, ir subiéndola de manera progresiva. Irá quedando a la vista un nuevo trozo que limpiar. De esta forma, se irá retirando al suciedad de la parte exterior de la persiana.
Una vez se haya retirado toda la suciedad que se puede eliminar sin desmontar la persiana, solo queda retirar la suciedad acumulada en el interior del cajón y cerrarlo.
