Adiós al polvo del interior del radiador: el truco definitivo para deshacerse de toda la suciedad
Un método sencillo y seguro con el que conseguir que este dispositivo caliente más rápido y de manera más efectiva
La Real Academia Española (RAE) define el término radiador como un aparato de calefacciónque consta de una serie de conductos o cuerpos huecos por cuyo interior circula un fluido caliente. Una herramienta que, durante los meses más fríos del año, se convierte en el mejor de los aliados para combatir la bajada de las temperaturas.
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Como bien se sabe, los radiadores son dispositivos que proporcionan un calor homogéneo en todas las estancias de la vivienda, permiten un control preciso de la temperatura, son eficientes y ofrecen un consumo energético moderado, su instalación y mantenimiento no requiere grandes obras, son un sistema de calefacción seguro y limpio.
Cómo purgar y preparar los radiadores antes de que llegue el invierno
Pese a que, como bien se ha mencionado, su instalación y mantenimiento no requiere grandes obras, lo cierto es que, una vez al año, los expertos recomiendan purgar los radiadores para que la calefacción funcione bien. Una acción que consiste en sacar aire u otro fluido del circuito para que este funcione bien. Además de purgar los radiadores, también hay que limpiarlos. Porque sí, los radiadores tienden a acumular polvo, especialmente en sus aletas y ranuras donde se deposita con el tiempo.
El polvo no solo reduce su eficiencia, al dificultar la correcta emisión de calor, sino que también puede ser una fuente de alérgenos en el hogar. Un radiador limpio calienta más rápido y de manera más efectiva, ayudando a mantener el consumo energético bajo.
El truco definitivo para eliminar el polvo del interior del radiador
Eliminar el polvo el interior de los radiadores de manera fácil y rápida es posible. Así lo señala la popular cuenta de Instagram @washy_wash_cleantok. Un método que consiste en utilizar, nada más y nada menos que, un secador de pelo.
Para llevarlo a cabo, lo que hay que hacer es colocar una toalla húmeda en el suelo, justo debajo del radiado. A continuación, hay que ajustar el secador a su máxima potencia y apuntar hacia las ranuras del radiador. Así, el aire soplará directamente en el interior del radiador de manera que arrastra el polvo hacia la toalla.
Un método sencillo en el que no se utilizan productos químicos y para el que no hace falta desmontar el dispositivo. Además de ser fácil, el proceso es seguro, es decir, no daña la estructura del radiador.
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