Las toallas del baño son uno de los textiles que más se utilizan en el hogar. Es por eso que para mantener la higiene de unos tejidos que van a entrar en contacto directo con nuestra piel es fundamental no solo lavarlas bien, sino también secarlas de la forma correcta. De lo contrario, se corre el riesgo de que las toallas se conviertan en un foco de gérmenes y bacterias.
Unas toallas mal cuidadas, foco de gérmenes y bacterias
Y es que hay que tener cuenta que el baño es un lugar donde se concentra humedad y altas temperaturas, a veces acompañadas de una mala ventilación. Porque, como bien explican los expertos, aunque a priori pueda parecer que las toallas están limpias, pueden ser un cúmulo de suciedad, lo que se traduce en poner en riesgo tanto la piel como la salud en general. Hay dos sencillos gestos, como bajar la tapa del váter antes de tirar de la cisterna o lavarse bien las manos antes de secarlas que evitan, en la medida de lo posible, que las toallas terminen siendo contaminadas.
Los expertos recomiendan lavar las toallas de baño de uso individual dos veces por semana, es decir, cada tres o cuatro días.
La manera correcta de hacerlo es lavar las toallas solas en la lavadora y no mezclarlas con otras prendas de ropa ni con calzado, meterlas en la lavadora y echar sobre ellas vinagre y bicarbonato, utilizar poco detergente y poco suavizante y sacudirlas al sacarlas de la lavadora, así se evitará que queden apelmazadas. Pero, ¿a qué temperatura se debe poner la lavadora para limpiar las toallas?
Esta es la temperatura a la que se debe poner la lavadora para limpiar las toallas
Ni a 30 ni 40 grados, los especialistas recomiendan lavar las toallas al menos a 60ºC. La razón de lavar las toallas a temperaturas altas no es otras que eliminar virus y bacterias. De esta forma, las toallas quedarán perfectamente desinfectadas, absorbentes, perfumadas y esponjosas. Eso sí, es importante mirar antes la etiqueta de la toalla.
Para el secado, es recomendable utilizar una secadora en temperatura media o alta, o sécalas al aire libre evitando la exposición directa al sol prolongada para que no se endurezcan. Una serie de cuidado que garantizan que las toallas se mantengan suaves, limpias y en buen estado por más tiempo.