La armonía es el equilibrio de las proporciones entre las distintas partes de un todo y su resultado siempre connota belleza. En música, es el estudio de la técnica para enlazar los acordes, el elemento de la música que se basa en la combinación de diferentes grupos de notas que guardan una relación armónica entre sí. Su función es entender y crear distintas combinaciones de notas que darán textura, soporte, estética y sensaciones que servirán de acompañamiento a una melodía. 

La armonía construye los acordes e indica la manera de combinarlos.

Tener nociones de armonía es necesario para componer música y crear canciones. Se forma uniendo dos o más notas musicales creando sonidos nuevos a partir de la combinación de las mismas. La armonía funciona como acompañamiento de las melodías o como una base sobre la que se desarrollan varias melodías simultáneas. Por ello melodía y armonía son términos muy relacionados entre sí, pudiendo considerar la melodía como un conjunto de sonidos armónicos que se suceden en el tiempo y están en relación con los acordes en los que se basa esa melodía. Se forma uniendo tres o más notas musicales creando sonidos nuevos a partir de la combinación de las mismas.

Además de armonía musical, una canción debe tener también melodía y ritmo.

La base armónica de una canción son los acordes que la conforman. Esta combinación de acordes crean una sensación de reposo y tensión que le dan un mayor interés a una pieza musical. La armonía es imprescindible para componer una canción ya que nos sugiere qué notas suenan bien cuando las tocamos juntas y qué notas no. La armonía de la canción será la progresión y secuencia de los acordes que elijamos. La canción debe tener armonía, pero también otros dos elementos clave: melodía, el alma de la canción y lo que hará que sea recordada o tarareada, y ritmo.

Las claves para construir una melodía

  1. Piensa la idea de tu canción. Tienes que tener muy claro el o los conceptos genéricos que quieres transmitir. 
  2. Escucha mucha música y variada. Cuanta más música escuches y de todos los estilos, tus creaciones más se pueden impregnar de originalidad y autenticidad. 
  3. Lee letras de canciones, poesía o literatura. Estudia la sonoridad de las palabras, sus significados, sinónimos, etimología, etc.
  4. Graba tus ideas sobre la marcha. Lleva siempre una grabadora contigo. Ahora con los móviles no suele haber problema. La inspiración no sabe de hora ni lugar.
  5. Internet. Recuerda que vivimos en la era digital y que la red puede ofrecerte muchos sitios en los que inspirarte, aprender o buscar ayuda. No desprecies esos recursos.
  6. Aprende la teoría de la música. La teoría musical ampliará tu comprensión de la música y te aportará más elementos a tu cerebro para sintetizarlos en ideas musicales. Te hará ver las progresiones de acordes comunes de forma diferente, y serás capaz de potenciar ideas sencillas de forma lógica. No es necesario que lo aprendas todo de una vez, sólo unos conocimientos básicos para mejorar la calidad de tus materiales y saber musicalmente lo que estás haciendo.
  7. Define la estructura de tu canción y las partes que va a tener. Estudia cómo organizan sus canciones tus cantantes favoritos ídolos. Una estructura básica está es la de introducción+estrofa+estribillo+estrofa+estribillo+puente+estribillo+final. Pero puede haber muchas combinaciones con estos elementos de la canción. Puedes encontrarte fórmulas muy diversas pero es bueno que tras probar varias simplifiques hasta quedar satisfecho con el resultado.
  8. Desarrolla un primer boceto de melodía. Tras elegir una progresión de acordes como hilo conductor (armonía) genera una primera idea de melodía. Consigue tararear tu esbozo de canción aunque no tengas letra. 
  9. Crea la letra y encájala en la melodía. Tras tener una estructura de acordes y una melodía, pon letra a tu canción. Es algo muy personal. Tendrás que escribir varios borradores hasta que encajen tus sentimientos con el mensaje final. Ten en cuenta que el título tiene que aparecer en la letra, su extensión no tiene que ser muy larga ni excesivamente corta, la melodía no debe estar recargada y debes hablar de cuestiones o conceptos que la gente pueda identificar.
  10. Inspírate en otros autores. No plagies una obra, pero puedes copiar ideas y desarrollarlas, lo mismo que con los acordes y las melodías imprimiéndole tu toque personal y genuino a otras creaciones.
  11. Consejos de los músicos. Si estás atascado, no dudes en dejarte aconsejar y trabajar con un músico que te ayude en el proceso creativo.
  12. Primera versión. Tras la armonía, la melodía y la letra, lánzate a pulir todos los detalles y crear una primera versión de la canción definitiva.
  13. Arreglos. Es tiempo de los arreglos. A partir de ahí, pule tu creación con arreglos en los acordes, la letra, la estructura el ritmo o la voz.
  14. El trabajo tiene sus frutos. Todo en esta vida es práctica. Trabaja, pule, enriquece tu canción. La perseverancia, el interés y la dedicación obtienen sus frutos.