Con un resplandor único, cautivador e incombustible a los 77 años, Dolly Parton dejará el género que la ha acompañado durante su larga carrera para grabar un álbum de rock Rockstar! y que verá la luz en noviembre. Será su nueva aventura tras encarnar un éxito arrollador que ha jalonado una vida en la que hay mucho más que una artista talentosa. Filántropa incansable y un icono de la cultura popular, nació el 19 de enero de 1946 en Sevierville (Tennessee), en un ambiente pobre de hillybillies y desde joven mostró su talento musical innato cantando en la iglesia y componiendo con una vieja mandolina que halló en la basura. A los 13 años ya aparecía en programas de radio y televisión locales asombrando al público con su voz angelical.

Su ascenso a la fama llegó por un estilo único y su habilidad para contar historias en sus letras como Coat of many colors, el abrigo de muchos colores que su madre le cosió con remiendos de viejas prendas. Recibió las burlas de sus compañeros que la encerraron en el armario de los abrigos para, años después, escribir sobre el acoso y ayudar a otros niños.

Rompió con su pareja artística y empleador en The Porter Wagoner Show, cantando I will always love you (tema que años después haría mundialmente famoso Whitney Houston). Solo Parton podía dar un portazo lleno de bondad llegando al corazón de todos con sus letras sentimentales. Ha sido además empresaria y compuesto decenas de canciones para otros artistas. Más de tres mil temas que la han catapultado a la cima de los éxitos otorgándole el estatus de superestrella. Además, ha incursionado en el cine, la primera vez con Nine to Five, uno de sus temas míticos donde reivindicaba el papel profesional de las mujeres. Hasta los teleñecos crearon un personaje que enseñaba a los niños y niñas a contar del uno al cinco evocando su tema más célebre.

Parton colabora en distintas causas como la exclusión o la investigación científica. Efe

Una estrella generosa

“Me gusta decir que hay un cerebro debajo de este pelo y un corazón debajo de estas tetas”. Y es que su vida también ha sido un camino para ayudar a los demás. Fundó en su pueblo Dollywood, una organización-parque de atracciones que promueve la alfabetización y ha donado millones de libros a niños sin recursos. Dolly, lectora voraz, la creó en memoria de su padre que nunca supo leer ni escribir y emplea a miles de personas en una de las zonas más deprimidas de EEUU.

Su generosidad se ha extendido a la lucha contra el cáncer, el apoyo a afectados por desastres naturales o la donación de un millón de dólares contra la COVID. El primer animal clonado de la historia, lleva además, su nombre. Casada desde hace más de 50 años con el discreto Carl Dean, se le han atribuido romances con Burt Reynolds o Sylvester Stallone. Una vida donde no ha esquivado la depresión, la bulimia o rodeado el suicidio. Hoy, Parton ya es una leyenda viva llena de talento, reconocimiento y humanidad.

Reina del brillo y de la estética del ‘más es más’

Maquillaje. Es parte de su identidad artística con sus cosméticos marcados y perfectamente aplicados, sombras pronunciadas y espesas pestañas postizas. Un estilo make-up que ha nadado en la exageración y al que Dolly se ha referido con su proverbial humor: “La clave para que se mantenga intacto es usar suficiente pegamento”.


Pelo. “Me gasto mucho dinero en peluquería, mi pelo es gigante y lo quiero aún más grande”. Y es que la cantante y compositora abraza una feminidad como sello personal y parte esencial de su eterna imagen pública. Una Dolly icónica de altas pelucas o largas melenas rubias junto a sus vestidos ceñidos, faldas voluminosas, corsés ajustados y mucho brillo en sus atuendos. Un estilo excesivo y juguetón que le confiere una presencia escénica impresionante pese a su 1,52 de estatura.


Actitud. Ha enfrentado el escrutinio sobre su imagen reafirmándose con una autoconfianza sin miedo a expresarse. Una marcada estética sexy, hortera y firme: “No me importa ser una caricatura de mí misma, es la forma en que me veo”. Una actitud que ha hecho historia en la música y en la cultura pop. Puro carisma.