o hace falta irse muy lejos para descubrir y disfrutar del paraíso. En Cantabria, más concretamente en Noja, se encuentran unas de las playas más solicitadas y visitadas turísticamente hablando. Este pequeño municipio, muy concurrido sobre todo en época vacacional, se sitúa en la comarca de Trasmiera. Entre uno de sus parajes con encanto se encuentra la marisma de Joyel y Victoria, situada cada una a un extremo del municipio. Son una visita obligada por ser una reserva natural, y por supuesto, por sus aves, que también recalan en las marismas de Santoña en sus migraciones.

Pero sus arenales son sus grandes joyas. Las más conocidas son las de Ris y Trengandín, y desde hace no mucho esta última se extendió y pasó a llamarse Helgueras, conocida por ser la playa canina de la zona. La playa de Ris está orientada al norte y cuenta con una arena finísima y dorada. Es un arenal de dos kilómetros de extensión y una de las mejores equipadas en servicios. Además, sobre todo durante el buen tiempo acoge a muchos fanáticos del surf para coger en ellas sus olas.

Por su parte, la de Trengandín es mucho más grande que esta primera y está orientada al noroeste. Podría decirse que es una de las más largas y tranquilas de Cantabria. Igualmente, lo más espectacular de esta playa son sus aguas, totalmente cristalinas. Su segunda mitad, tal y como comentábamos, pertenece al barrio de Helgueras, y ahora su playa está totalmente adaptada para que los canes disfruten, al igual que las personas, de la arena y del agua. ¿Quieres saber un poco más sobre ellas? Te contamos todo lo que deberías saber sobre estos tres arenales si te animas a visitar cualquiera de ellos:

Esta playa es una de las más concurridas de Noja. Con cuatro kilómetros de finísima arena dorada se convierte en uno de los arenales más atractivos tanto por la calidad de sus servicios y accesos, como por sus cuidadas infraestructuras veraniegas. Está situada al norte lo que hace que cuente con abundante oleaje, ideal para aquellos surfistas. También es ideal para practicar vela, windsurf y pesca marítima.

Frente a esta playa cántabra, y en mareas vivas, podemos ver y acceder a la isla San Pedruco, una pequeña ermita protegida por abundante vegetación y habitado por miles de gaviotas, al que es posible acceder en la bajamar. Además, este arenal en concreto desde hace años recibe el reconocimiento de la Unión Europea, que le otorga la Bandera Azul de los Mares Limpios de Europa.

Durante la época estival, con el buen tiempo, esta es la playa preferida por los bañistas. Cuenta con múltiples servicios entre los que destacan el alquiler de tumbonas, piraguas y pedalos, así como de duchas. Además, en su paseo marítimo hay una amplia oferta de hoteles, bares y cafeterías. No obstante, el invierno también invita a dar paseos por sus alrededores puesto que está en una zona protegida del aire y la lluvia. Así, incluso en los días más grises, los amantes del mar pueden disfrutar de unas bonitas vistas.

Esta playa es mucho más extensa que la anterior. Seis kilómetros de arena dorada la cubren y hacen de ella una de las más tranquilas y privilegiadas de Cantabria. Sus aguas cristalinas y su variado paisaje submarino le convierten en todo un atractivo para la práctica del buceo. Esta playa atrae a familias o turistas en busca de paz y tranquilidad. Además, la bajamar hace ver sus negras y afiladas rocas, lo que le distinguen del resto de arenales cercanos, así como sus fascinantes piscinas naturales y pequeñas pozas que aparecen en bajamar. Todos estos tesoros podrán descubrirse en la bajamar y en ella pueden capturarse ricos camarones y sabrosos erizos. Eso sí, no hay ningún impedimento para nadar y disfrutar de sus aguas sin peligro ni dificultad.

También es un arenal muy concurrido por los fanáticos a la pesca. La leyenda cuenta que frente a esta playa hace muchos años, los pescadores salían de noche, con luna creciente, para pescar morenas y para hacerse con ellas, las atraían a través de un canto sin palabras, al principio susurrante y después aguda. Se convirtió en tradición, aunque ya se ha perdido con el paso del tiempo. Este arenal se encuentra muy cerca de la iglesia de Noja y sus seis kilómetros, más concretamente 400 metros, comparten espacio con la hoy conocida playa de Helgueras, que recibe el nombre también de Las Doradas debido a la gran cantidad de ese tipo de pescado que se puede capturar en ella. Al igual que su playa vecina, la de Ris, esta también destaca por la calidad de sus aguas y sus servicios, entre los que se encuentran tumbonas, piraguas, pedalos, duchas y la proximidad de bares, hoteles, chiringuitos y restaurantes.

Esta es la playa para los animales de cuatro patas, a esos a quienes les gusta tanto disfrutar de la arena y el agua como a un humano. Se inauguró en 2018, y a lo largo de 400 metros los canes pueden disfrutar también del buen tiempo. Esta playa es una zona acotada dentro de la playa de Trengandin, también llamada playa grande, junto al monte Brusco.

Este arenal se caracteriza sobre todo por su fina arena y sus aguas cristalinas, pero especialmente por el fantástico paisaje que aparece en bajamar con puntiagudas rocas oscuras que dan cierto aire misterioso y mágico al lugar. Aquí habría que tener cuidado con los perros para que no se hagan daño con ningún objeto punzante. De todas formas, es una playa preparada para ellos por lo que no corren ningún peligro. Solo hay que mantenerla limpia, como cualquier otra, y disfrutar de la estancia. En la zona para perros se puede llegar a pie, ya que todas aquellas personas que quieran acercarse hasta la playa tendrán que dejar el coche en un aparcamiento alejado. Con esta iniciativa, para que tanto vecinos como visitantes puedan pasear tranquilos junto a sus mascotas sin que puedan causar ninguna molestia al resto de bañistas y usuarios de los arenales del municipio.

a pesca se ha consagrado como un deporte y una actividad que puede realizarse con amigos y familiares en un ritual en consonancia con la naturaleza. Noja tiene playas estrella para aquellos que adoran la pesca. Para pasar un día en familia o para aquellos que tengan como afición capturar peces, este municipio de la costa cántabra tiene los mejores arenales. Doradas, camarones, cabrachos, lenguado, erizos... Las especies son tan diversas como ricas para consumir. Es más, se ha llegado a convertir en el epicentro del mundo de la pesca deportiva con la celebración del Noja Fishing allá por el 2016.

Si te animas a pescar en sus playas y eres principiante, tan solo necesitarás hacerte con lo básico, aunque existen tiendas cercanas por los alrededores para alquilar cualquier tipo de materiales. Pero entre lo esencial destaca: un anzuelo, para atraer al pez y que pique; como no, una caña de pescar para poder llevar a cabo esta actividad; carretes de pesca e hilos de pescar, así como señuelos. También un cubo o algo similar para almacenar todos los peces capturados. ¡Ropa cómoda y a disfrutar de toda una aventura!