Es tiempo de viajar. Atrás quedaron los tiempos llenos de restricciones que nos impedían cruzar el charco e incluso visitar aquellos países cercanos, casi vecinos. Un amplio abanico de opciones se abre, pero si buscas un país que te enamore, sobre todo por sus rincones salidos casi de un cuento no puedes dejar de visitar la capital de República Checa, Praga. En esta bonita ciudad encontrarás una amplia oferta cultural e incluso gastronómica, siendo conocida por su cerveza, para exprimir tus días y volver con un sabor tan dulce que querrás regresar.

Praga cuenta con una ubicación estratégica, ya que está en pleno centro de Europa. Sus visitantes son muy diversos y no es para menos. Todos se quedan ensimismados de su aire romántico, el arte y toda su arquitectura. Por todo ello, Praga es conocida como la ciudad de las cien torres o la ciudad dorada. Igualmente, este destino suele combinarte con Viena y Budapest por su cercanía. Pero manteniéndonos en Praga, su oferta es amplia, nadie se aburre. Cierto es que un fin de semana puede ser suficiente para visitar sus grandes pilares y que le diferencian del resto de países: su famoso reloj astronómico; sus iglesias y palacios barrocos; sus callejuelas donde nunca falta el bullicio de la gente; el puente de Carlos; la plaza de la ciudad vieja; la torre de la pólvora; la biblioteca clementina; su bonito castillo; los cementerios y sus miradores… ¿Quieres saber más?

El tranvía cruzando las calles.

El tranvía cruzando las calles.

LOS 10 IMPRESCINDIBLES

1.Plaza de Wenceslao: La plaza de Wenceslao, ubicada junto a la plaza de la ciudad vieja, es una de las más conocidas de Praga, porque es uno de los puntos donde se concentran en mayor número de manifestaciones, celebraciones y cualquier reivindicación de la población de Praga. Este lugar fue nada más y nada menos que el elegido por el historiador checo Alois Jirásek para leer la Declaración de Independencia de Checoslovaquia en 1918. Antiguamente era el antiguo mercado de caballos y tiene este nombre, Wenceslao, en honor al patrón de Bohemia. Es una plaza muy curiosa porque en uno de sus extremos está ubicado el Museo Nacional Checo y de ella llama la atención su forma de bulevar, con 750 metros de largo. La visita a la plaza de Wenceslao se puede hacer incluso a caballo, rememorando los viejos tiempos.

2.Puente de Carlos: ¿Quién no ha oído hablar del puente de Carlos? Es sin duda uno de los más conocidos de la República Checa, y se ubica sobre el río Moldava. Gracias a esta imponente infraestructura se conoce la ciudad vieja de Praga y el Castillo de la ciudad, que se construyó a finales del siglo XIV por el rey Calos IV, aunque no se finalizó hasta 1402. Está considerado como el segundo puente más antiguo de la República Checa. Tiene nada más y nada menos que 516 metros de largo y casi 10 metros de ancho, por lo que pueden circular los coches en ambos sentidos. Asimismo, el puente de Carlos está adornado por 30 estatuas de estilo barroco del siglo XVIII entre las que destaca la de San Juan Nepomuceno. Como dato curiosa, se dice que San Juan era el confesor de la reina de Bohemia en el siglo XIV. El rey, que desconfiaba de su mujer, pidió a San Juan Nepomuceno que le contara sus secretos. Al no querer hacerlo, el rey mandó cortarle la lengua y arrojarlo al Moldava desde el puente.

Uno de los puentes de la ciudad.

Uno de los puentes de la ciudad.

3.Plaza de la ciudad vieja: Este es el centro de la ciudad, donde se concentra el bullicio y donde podremos encontrar uno de los monumentos más representativos de la ciudad: el Reloj Astronómico. Este se construyó en la edad media y se encuentra en la pared de la torre del Ayuntamiento de la ciudad. Es muy fácil de identificar puesto que es grande, y está formado por un cuadrante astronómico, un calendario y unas esculturas góticas que le adornan. Punto neurálgico de la ciudad, esta plaza es el centro de la vida pública de Praga desde tiempos remotos. Es aquí donde se encuentra el monumento más representativo de la ciudad: el Reloj Astronómico. Asimismo, entre las 09.00 y las 21.00 horas, las agujas del reloj, siempre marcando la hora en punto, se mueven representando su papel: muerte, lujuria, vanidad y codicia. Después, aparecen los Doce Apóstoles tras una ventana. Fue renovado recientemente y, además, también informa sobre las posiciones del sol, la luna, los planetas y las constelaciones del zodíaco.

4.Torre del Ayuntamiento: Una vez visto el reloj astronómico, se puede subir a la torre del Ayuntamiento, desde donde tendremos unas impresionantes vistas y desde donde podremos ver también de cerca el reloj. Desde arriba se podrán contemplar los tejados de los edificios de la ciudad que mezclan estilos gótico y barroco.

Celebración del festival de remo.

5.Biblioteca Clementinum: La biblioteca Clementinum de Praga está considerada como una de las bibliotecas más bonitas del mundo. Se trata de un conjunto de edificios construidos como colegio jesuita en el siglo XVI. Hasta 2009 albergaba las Bibliotecas Nacional, Universitaria y Técnica, pero hoy solo contiene la Biblioteca Nacional. La biblioteca se puede visitar a través de un guía y durante el recorrido se podrá observar la Torre Astronómica, la Capilla de los Espejos y la Biblioteca Barroca.

DEGUSTA LOS PLATOS Y CERVEZAS CHECAS


La gastronomía de la República Checa es muy variada, sabrosa y colorida. Muchos de sus platos incluyen verduras, carnes y como no, especias. Las sopas de Praga son muy conocidas y se podría decir que es su plato estrella. Los caldos más conocidos son la ceská bramborová, que se puede considerar la sopa nacional; la Zelnacka, que es una sopa hecha a base de col con panceta, y la Drstkova.


Por otro lado, están los Utopenec que tienen una mezcla alemana y austriaca. Se trata de una salchicha macerada con diversos tipos de especias dándole un toque muy gustoso al plato. Las bolas de harina hechas a partir de patata y pan rallado, los Kenedliky, tampoco pueden faltar en la mesa y se suele utilizar para acompañar los platos principales.


Las Bramborák son unas tortillas muy famosas que están hechas con harina y patatas. Deliciosas para desayunar o para acompañar a los platos. Si eres un amante del queso no puedes perderte los Smazeny Syr, un queso frito que se sirve como tentempié antes de la comida o con una buena cerveza checa. Y es que, la República Checa es considerada también el país de la cerveza. Las más comunes son las Lagers pálidas de tipo pilsner. Son conocidas por su característico color dorado transparente, su espuma y su sabor ligero, que le distinguen del resto de cervezas del mundo.


Los amantes de la cerveza pueden disfrutar en Praga.

Los amantes de la cerveza pueden disfrutar en Praga.

6.Torre de la pólvora: Seguimos por la plaza de la ciudad vieja de Praga. Muy cerca de ella, se encuentra la famosa torre de la pólvora, uno de los edificios más significativos de la ciudad. Se construyó durante el siglo XV como una de las trece puertas de Praga. Se trata de una torre gótica que toma su nombre de su uso como almacén de pólvora durante el siglo XVII. El aspecto actual de la torre data de 1880, ya que sufrió importantes daños durante la Batalla de Praga, que enfrentó al ejército prusiano contra el ejército del Sacro Imperio Romano Germánico en 1757.

7.El Castillo: El Castillo de Praga se levantó en el siglo IX. Es un edificio que no dejará a nadie indiferente. Además, en su interior alberga el Palacio Real, la Catedral de San Vito, el convento y la basílica de San Jorge, las caballerizas reconvertidas en galerías de arte y el Callejón del Oro, hogar de los orfebres en el siglo XVII, entre otros. En cuanto a la Catedral de San Vito es también la Catedral de Praga y merece mención aparte pues es uno de los mayores ejemplos de arquitectura gótica de la ciudad. El templo fue levantado en el siglo XIV y desde su construcción fue el escenario de la coronación de todos los reyes de Bohemia.

Detalle del castillo de Praga.

Detalle del castillo de Praga.

8.Iglesia San Nicolás: La iglesia de San Nicolás está ubicada en el barrio de Malá Strana y es considerada una de las más importantes de la ciudad. Se trata de una auténtica joya del barroco europeo. Llama su atención su cúpula dorada, que sobresale por encima de los tejados que la rodean. Pero esta cúpula también es imponente desde el interior, ya que está decorada por impresionantes frescos que representan a San Nicolás y a la Santísima Trinidad.

9.Monte Petrín: Cerca del río Moldava, en el barrio de Malá Strana, se encuentra Monte Petrín, uno de los miradores más famosos de Praga. Hasta él se puede acceder en funicular o a pie, y en lo más alto se ubica la Torre de Petřín, que recuerda a la Torre Eiffel. En este lugar también se puede visitar el Laberinto de los Espejos, construido para la Exposición Universal de 1891 y el Monumento a las Víctimas del Comunismo, que consiste en siete figuras humanas desnudas de bronce descendiendo por las escaleras.

10.Cementerio judío: Por último, entre los imprescindibles de Praga se encuentra en cementerio judío, ubicado el barrio judío de Praga, Josefov. Se calcula que este camposanto contiene hasta unos 100.000 cuerpos enterrados en doce niveles y es que, durante siglos, este fue el único lugar en el que los judíos tenían permitido enterrar a sus seres queridos. La tumba más antigua data de 1439 y la más moderna de 1787.