“Nos la jugamos para rescatarlo, sólo deseamos haberle salvado la vida”. Los policías municipales Juan Pedro Ferrer y Mikel Villar, de 53 y 43 años, respectivamente, consiguieron el martes sacar de su domicilio en Buztintxuri a un hombre de 57 años que había resultado gravemente herido, con quemaduras e inhalación de humo como consecuencia del incendio registrado en su vivienda.
Los dos agentes atendieron sobre las 18.00 horas una llamada desde su central que les informaba de un incendio en una vivienda en el barrio de Buztintxuri. “Llegamos al edificio y los vecinos nos dijeron que podía haber gente atrapada en el domicilio. Así que subimos por las escaleras y ya vimos que había mucho humo oscuro”, relatan.
Al llegar a la cuarta planta, encontraron que la puerta de la vivienda afectada por el incendio estaba abierta. “Sientes la incertidumbre de entrar o no entrar porque estaba muy impracticable. Pero nos la jugamos, porque al final estás viendo que esa persona se estaba muriendo”, explica Juan Pedro.
"Entramos a gatas"
“Les gritamos a las personas que había dentro de la vivienda que salieran, pero no respondieron. Había mucho humo, pero veíamos que había una altura de un metro en la que se podía respirar. Tampoco tienes mucho margen para decidir”, añade Mikel. “Entramos a gatas, a rastras, y lo agarramos del tobillo para sacarlo hasta el descansillo”, apuntan ambos policías.
Los agentes de la Policía Municipal coinciden en afirmar que “si no lo sacamos, las posibilidades de supervivencia eran casi nulas. En principio no debemos entrar en pisos en los que hay un incendio, tanto humo, pero como lo veíamos a unos 4 metros de distancia, lo hicimos”, admiten.
Los dos agentes vieron que el hombre que acababan de rescatar estaba herido gravemente. “Le hablamos y con los ojos intentó comunicarse, pero tenía bastantes quemaduras por todo el cuerpo. Sólo esperamos y deseamos haberle salvado la vida”, concluyen.