Mikel Álvarez conoce de primera mano el sector salud. Médico, especialista en Microbiología, fue profesor asociado de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Facultad de Medicina de la UPV, y gerente de los hospitales Basurto y Cruces. En los últimos años ha puesto su experiencia al servicio de la Corporación Mondragon, con el objetivo de impulsar el sector salud en el grupo a través del desarrollo de nuevos negocios y actividades. Actualmente es presidente del Clúster de Salud de Euskadi.En el plan estratégico se definen siete estrategias claves de futuro: Identidad corporativa, sostenibilidad, negocios con futuro, flexibilidad y adaptabilidad, transformación digital, intercooperación y atracción y desarrollo del talento ¿Cómo abordan estos retos?

El reto de Mondragon para el próximo ciclo estratégico 2021/2024 consiste en "mejorar su posicionamiento, para ganar en competitividad, cooperación y flexibilidad ante los cambios disruptivos". Abordamos ese reto y las líneas estratégicas que tú has mencionado con la idea de reforzar lo que queremos que sea Mondragon: una realidad socioeconómica con personas comprometidas y empresas rentables, competitivas y emprendedoras en un contexto global, y reconocida por su dimensión humana, por su impacto social y por la eficiencia de sus negocios.

La innovación se posiciona como un eje transversal en el plan estratégico. De hecho, la corporación invirtió 188 millones de euros en I+D+i en 2019, ¿Cómo se reparte esta inversión?

Principalmente, se ha trabajado en tres áreas: digitalización, materias primas y procesos de fabricación avanzados y energía y sostenibilidad. Son ámbitos en los que se seguiremos trabajando en los próximos cuatro años, ya que forman parte de los retos de la Corporación y de las cooperativas. De hecho, todos esos aspectos, además de otros, están incluidos como ejes estratégicos en la Política Socioempresarial para el ciclo 2021/2024.

La Corporación Mondragon también se ocupa del desarrollo del Sector Sanitario y Sociosanitario. ¿Puede dar una pincelada del alcance/dimensión de sus negocios?

Efectivamente, Mondragon tiene bastantes negocios relacionados con el ámbito de la Salud, algunos de manera muy directa y otros de modo más tangencial. Podríamos decir que tiene mucha actividad en el cuidado de las personas mayores a través de una empresa del sector sociosanitario, Gestión de Servicios Residenciales (GSR), empresa que gestiona más de una veintena de residencias para mayores. Pero, también, integra empresas del ámbito de equipamientos médicos y material desechable de uso médico, actividad que esta representada sobre todo por las cooperativas Osatu y Oiarso, que comparten marca médica BEXEN. Asimismo, hay otras iniciativas de un carácter menor. En cualquier caso, actualmente el sector de la salud no es uno de los sectores industriales o de servicio más importantes de la compañía, aunque queremos que sea un sector estratégico de cara al futuro.

¿Cómo se impulsa la innovación en esta área sanitaria?

Este sector de la salud tiene un crecimiento mantenido tanto en el campo de los servicios como en el puramente tecnológico, el de los productos. El sector despierta mucho interés social y económico, pero es cierto que Euskadi tiene un desarrollo escaso en esta materia y nuestra Corporación sigue esa misma tendencia. Ahora bien, en los últimos 15-20 años hay un incremento de interés en el sector y, por ello, se han puesto en marcha muchas iniciativas innovadoras que cuajarán en los próximos años.

Un ejemplo, en nuestro caso, es la línea innovadora abierta por ULMA en constituir una empresa para el diagnóstico de imagen médica no invasiva. Otras líneas de innovación son proyectos como el de generación de espacios cardio protegidos por parte de Osatu o el recientemente constituido proyecto de conservación de muestras biológicas en Hernani, por parte de Oiarso. Asimismo, nuestra Corporación tiene entre sus estrategias más importantes la de ser referente y líder en el campo del hogar, tanto en sus aspectos tecnológicos como en el cuidado de las personas. Esta es una línea de innovación que iremos desarrollando en los próximos años. Finalmente, hay que señalar que Mondragon es bien conocido por disponer de una ingeniería muy desarrollada en su Mondragon Unibertsitatea; y desde hace unos seis años, disponemos de un Grado de Ingeniería Biomédica y un Máster en Tecnologías del campo sanitario. Sus estudiantes son el futuro del sector.

¿Cuál es la fortaleza de Mondragon en el área de la salud?

Mondragon es un conjunto de iniciativas muy diversas y esa es una clave de su riqueza. Nuestra fortaleza en el área de salud reside en nuestro ecosistema de innovación, con una reconocida capacidad de desarrollo tecnológico en la universidad, en los centros de I+D y en los propios negocios, así como en nuestra práctica para generar proyectos de intercooperación. Somos capaces de abordar retos con seriedad, tanto en lo tecnológico como en la generación de valor empresarial.

Este año 2020, marcado por la pandemia, ha modificado la hoja de ruta de muchas empresas, la forma de relacionarse de las personas y, sobre todo, la forma de entender la salud ¿la covid-19 se ha presentado, de alguna manera, como una oportunidad para innovar de forma distinta y de establecer otras estrategias innovadoras de futuro que no estaban planificadas en la línea estratégica?

No esencialmente. La epidemia actual ha dado a conocer a todo el mundo la importancia de este sector, pero las estrategias básicas son las mismas. Se trata de un sector interesante y con gran capacidad para generar empleo, especialmente el ligado a servicios. Por lo tanto, no hay que fijarse en esto de una manera simplista, táctica, sino estratégica. La epidemia nos ha recordado aun más la necesidad de tener fortalezas en este sector, pero nosotros ya sabíamos eso, dicho esto con humildad.

¿Qué valoración haces de la aportación de Mondragon en estos tiempos de covid?

Honestamente, muy positiva. Creo que Mondragon se ha significado especialmente durante la pandemia, de diferentes formas: colaborando estrechamente con las instituciones para poner a su servicio la infraestructura logística internacional de Mondragon; reorientando algunas de sus actividades para fabricar mascarillas y otro tipo de EPIS; manteniendo operativos servicios de primera necesidad como los supermercados Eroski o las sucursales de Laboral Kutxa; colaborando más intensamente con asociaciones y entidades; y promoviendo nuevas iniciativas como menús solidarios, subastas o donaciones. Ha sido una aportación en clave de compromiso son la sociedad de la que estamos muy orgullosos.