Gracias, cómo no, a una filtración, hemos conocido en las últimas horas el borrador de la ponencia sobre la ley de Amnistía que votará y, con absoluta seguridad, aprobará el Tribunal Constitucional en su pleno del próximo día 24 de junio. Conforme a lo previsto, puesto que esto no va de fundamentos jurídicos sino de si hay mayoría de progresistas o conservadores, la decisión final avalará la polémica norma. Y de acuerdo también a lo esperado, las reacciones derrotaron por la patita ideológica de cada cual.
#Comando
El PP tira del comodín de la “Mafia o democracia”
Para el Partido Popular, ese que se presenta como formación de orden y rigurosamente respetuosa con las instituciones sobre las que descansa del Estado de Derecho, el Constitucional forma parte de “un comando en el que cada integrante tiene un papel definido para alcanzar el objetivo”. Tal cual lo decía en su cuenta de X la cada vez más visceral portavoz de Génova Ester Muñoz. “Cándido [Conde Pumpido] cumple su misión”, añadía antes de recitar su letanía favorita: “Mafia o democracia”. Qué originalidad.
#EsclavitudAblaciónPederastia
MAR se agarra a la exageración
El célebre jefe de gabinete de Ayuso, conocido por el acrónimo MAR, al que no se le conocen estudios de Derecho, se metía a jurista requetefino y refutaba así la argumentación de la ponente de la sentencia: “Me acabo de enterar de que, al parecer, la esclavitud, la ablación y la poligamia son constitucionales porque no están prohibidas expresamente en la Constitución… qué cosas… ¿Y la pederastia?”.
Por camino parecido, el diputado de UPN Alberto Catalán acusaba a al TC de “estar sometido al dictado de Sánchez” y de “avalar una ley de amnistía a medida a cambio de 7 votos”. El tuit acaba con una sentencia que pretendía ser lapidaria: “La Constitución no puede ser rehén de tanta infamia”.
#BoicotDesdeElPrimerDía
Junts apunta al Supremo
Pese al crujir de dientes de la derecha, una de las cuestiones más llamativas del borrador de la ponencia es que no resuelve la amnistía por delitos de malversación, con lo que Carles Puigdemont no podría abandonar su exilio en Bruselas.
A la espera de las palabras del expresident, Junts carga contra el Tribunal Supremo, que “desde el primer día se rebeló contra la ley y se dedicó a boicotearla”.
#VayaRacha
“España no se ha roto”
Mientras, los portavoces más señalados de Moncloa y Ferraz guardan silencio. Como mucho, alguno ha sacado el comodín del respeto a las decisiones judiciales. Eso sí, desde cuentas ideológicamente próximas, como la de Guillermo Guijarro, se recordaba una evidencia: “España aún no se ha roto”.