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EL éxito del waterpolo femenino en los Juegos diría que se debe principalmente a la juventud y perseverancia de un equipo que lleva varios años luchando por estar en la elite y al que ahora le están empezando a salir las cosas. Indudablemente, una de las claves del buen rendimiento de las chicas del waterpolo tiene mucha relación con el Club Natació Sabadell, equipo del que proceden muchas de las seleccionadas para los Juegos. En División de Honor, de todos los equipos que compiten, las catalanas están un nivel por encima -suelen disputar competición europea- y eso se nota en la selección, en la que sus integrantes están ofreciendo una buenísima imagen en Londres. A pesar de ello, no sería justo depositar todo el mérito del waterpolo femenino en las jugadoras de Sabadell. En el éxito conjunto español, que no estuvo en los anteriores Juegos de Pekín, también ha tenido gran parte de culpa el seleccionador nacional, Miki Oca, cuyo palmarés y experiencia en el deporte es su mayor baluarte para llevar lejos a las chicas en el torneo olímpico. Por último, no sería justo olvidarse del trabajo que se hace en categorías inferiores, sobre todo en Navarra en los últimos tiempos, donde cada vez hay más cultura y más formación en este deporte. Todavía queda recorrido hasta llegar al nivel de otras regiones como Catalunya, con mejores instalaciones y más experiencia en la práctica, pero el aumento en el esfuerzo y dedicación en las piscinas está llevando al waterpolo nacional al lugar que le corresponde. El combinado español, que ya está clasificado para cuartos como primero de grupo, se tendrá que ver las caras con Gran Bretaña, rival a priori asequible ya que ha perdido todos sus partidos. Siendo realistas, deberíamos estar en semifinales, circunstancia que ya sería un gran éxito para el waterpolo y que nos dejaría a las puertas de soñar con una increíble pero merecida medalla.
(*) Jugadora del UPNA 98 02 de División de Honor.