pamplona. ¿Por qué Biología?

Desde pequeña he conocido tan de cerca la naturaleza que me atraía mucho y tenía curiosidad por entender lo que veía en el monte, por entender cómo funcionaba todo lo que yo veía allí. Al final me decidí por Biología aunque todo el mundo me decía que a ver de qué iba a trabajar luego y a ver de qué servía aquello, pero bueno...

¿Sus padres también pensaban eso?

A mi ama no le gustó, ella quería Medicina o algo así, Biología no lo entendía. Me decía "¿pero qué quieres, trabajar con pájaros?" (se ríe). A mí me gustaba mucho la naturaleza y lo tuve claro.

¿De qué le gustaría trabajar en el futuro?

De bióloga, sin duda. He trabajado mucho para ello, me gustaría estar de gestora. A mí me gusta la conservación, la gestión de nuestros bosques y de nuestros recursos naturales.

Ahora mismo está haciendo la tesis, ¿cómo se titula?

Los hongos aproxílicos en Navarra: conservación, ecología y diversidad. (Se ríe). Son los hongos que descomponen la madera muerta en los bosques y vuelven a hacer que esa materia sea inorgánica y que las plantas puedan volver a utilizar esa materia. Cuando acabe el doctorado y saque mis conclusiones me gustaría poder dar a la gente herramientas para la gestión de los bosques. La estoy haciendo en la Universidad del País Vasco, en Leioa, y me quedan dos años para doctorarme.

¿Prefiere Bilbao o Pamplona?

Pamplona, pero cien por cien. Es que a mí me gusta esto, me gusta la gente, me gusta la naturaleza, tienes muy cerca todo. Es un estilo de vida totalmente diferente. Allí tienes que coger el metro, estás siempre entre casas. Tienes que coger el coche para llegar a un sitio que esté prácticamente deshabitado.

¿Y si tiene que elegir entre el piso de estudiantes donde vive o la casa de sus padres?

Hombre, si pudiera elegir, elegiría vivir en casa de mis padres, pero sin mis padres (se ríe). Ya va siendo hora, alguna vez lo conseguiré...

Su casa parece una granja...

Sí, tenemos dos perros, tres ocas, gallinas, palomas, unos canarios y creo que ya está.

El amor por los animales será por parte de toda la familia entonces...

Sí, ha sido así desde siempre. Antes vivíamos en Pamplona y todos los fines de semana nos íbamos al campo o al monte. Al final nos compramos una casa en la naturaleza, que es donde vivimos ahora, entre Urdániz y Larrasoaña.

Su hermana no es como usted...

No. A ella le gusta el pueblo y los animales, pero no es como yo en el tema de hacer deporte, ni en esa curiosidad que yo he tenido siempre por la naturaleza. Tenemos muy buena relación.

¿Ha sido importante la influencia de su padre, Mari Ábrego?

Sí, fue importante para empezar en el atletismo y sobre todo en los momentos difíciles, para seguir. Ha habido momentos difíciles porque no siempre te salen las cosas como tú quieres.

¿Cuál cree que ha sido el valor que más heredado de su padre?

El esfuerzo y la constancia.

¿Tiene una buena relación con él?

Sí, muy buena. Él es mi botillero (se ríe...).

A usted también le gusta la montaña...

Sí, he estado en el Aconcagua, unas cuantas veces en los Alpes y la última vez que me fui a una montaña grande fue al Pamir, en Kirguistán. Suelo ir con mi padre o con algún grupo de amigos, si sale algo.

Si no llega a ser por su padre, igual nunca hubiera descubierto esa afición..

Yo creo que sí me habría gustado porque me gusta mucho la naturaleza, me gusta mucho esforzarme... Creo que me habría gustado igual, pero nunca la hubiera conocido como la conozco.

¿Qué monte es especial para usted?

Para mí el Adi.

¿En la montaña, es precavida o un poco incauta?

A mí me ha gustado mucho el monte desde siempre, pero mi padre como ha conocido la montaña de cerca y ha perdido a tanta gente cercana, no me ha dejado hacer monte como a mí me hubiera gustado y no he ido todo lo que he querido.

¿Alguna vez ha pasado miedo en el monte?

Sí, igual no en el Aconcagua, pero en los mismos Pirineos sí. La última vez que estuvimos en el Lenin, en Kirguistán, mi padre tuvo una lesión, se rompió una costilla y nos quedamos solos sin él, que era el guía. Entonces toda la responsabilidad de tomar decisiones era nuestra y pasamos situaciones muy duras. Una vez que te sale todo bien, vale, pero puedes perder a alguien, a otra persona se le pueden congelar los dedos, es que pueden ocurrir muchas cosas...

¿Cree que es uno de los deportes en el que menos control se tiene?

El monte no se puede controlar y tampoco puedes controlar cómo va a reaccionar cada persona.

La semana pasada arrancó la Operación Puerto. ¿Cree que el dopaje no entiende de deportes?

No. El dopaje no es un problema que esté en unos deportes más y en otros menos. El dopaje en España es un problema como la corrupción; está en todo. Si no se elimina de raíz, es una tontería. No sirve de nada que empiecen con el ciclismo a tope cuando en el resto de deportes ocurre lo mismo.

¿En el atletismo también?

Supongo que sí. Pero yo no he visto ¿eh? Yo no he visto y vamos, es que si viera a alguien, bueno, bueno... Hombre, sí conoces casos de gente que sabes que ha dado positivo y luego no ha sido sancionada y cosas así. Casos en los que el problema ya no es del deportista que se dopa, sino del propio sistema.

¿Es una corrupción a nivel deportivo?

Sí, a nivel deportivo, pero también a nivel de país. Porque supongo que a España le interesa mucho tener estrellas en el deporte y no sale rentable cortar el dopaje.

¿Qué solución ve a esta lacra?

Yo pondría más controles y al atleta que se pille, le sancionaría, pero no para unos años sino para siempre. Así la gente no se lo pensaría.

¿Es posible ser el mejor en un deporte sin doparse?

No, es imposible. Totalmente.

¿Qué se le pasó por la cabeza cuando Armstrong reconoció que se había dopado?

Bueno, un caso más. Lo que sí que me ha parecido un poco fuerte ha sido cómo han ido tan fuerte a por él. Cuando igual no ha sido solamente él. Todos venga decir que era algo que estaba normalizado, pero solo se meten con él. Parece que era un problema a nivel de equipos, de representantes, de todo el mundillo. Pero bueno, en el atletismo pasa lo mismo y en otros deportes que yo no conozco pasará lo mismo.

Cambiando de tema, ¿le gusta viajar?

Sí. Con el atletismo solo he viajado por España. Por el monte he viajado bastante..

¿Cón qué sitio se quedaría?

A mí me gusta Suiza porque me gustan mucho los paisajes que tiene, pero a los suizos no los conozco tanto (se ríe).

¿Qué otras aficiones tiene?

Me gusta estar con mis amigas, como todo el mundo, cenar, salir. También me gusta leer, pero con la tesis mi lectura a veces se limita a temas académicos.

¿Cuál es el último libro que ha leído?

Racing through the dark. Es de David Millar, un ciclista al que pillaron con doping, se le destruyó la vida y parece que se arrepintió y lo cuenta todo en el libro. Me interesa más la sinceridad de la gente que el tema en sí. Y también un poco por informarme porque es muy fácil criticar cuando no conoces las cosas.

¿Es más de libro tradicional o de 'e-book'?

Ya me gustaría tener un libro electrónico, pero no me he comprado aún.

¿No es amiga de las nuevas tecnologías?

Por el momento no tengo móvil con Internet, pero porque me agobia mucho el que todo el mundo controle dónde estás en todo momento. Conozco el Whatsapp, y me parece que está bien, pero creo que nos estamos pasando con controlar todo de todo el mundo. Si lo utilizas bien, es muy útil, como todo, depende de cómo se utilice.

¿Qué deportes le gusta ver?

El ciclismo y la pelota. El pelotari que más me gusta es Barriola.

¿Por qué?

Porque es muy majo y es como yo: siempre queda segundo (se ríe). Siempre llega a la final, pero luego pierde.

¿Le gusta estar informada?

Sí.

¿Qué es lo primero que lee en el periódico?

Suelo leer las cosas de Navarra. Aunque últimamente abres el periódico y siempre tienes cosas malas de política y economía.

Por el momento vive con sus padres, ¿ve lejos el momento de emanciparse?

Lo veo muy difícil. Veo muy difícil el llegar a tener un trabajo, que es lo principal. Es algo que me frustra muchísimo porque llevo muchos años formándome, estudiando un montón y el día que ya esté totalmente formada con el doctorado terminado, diré "¿qué hago ahora?"

¿Estaría dispuesta a irse al extranjero en busca de una oportunidad?

Si fuera para un tiempo sí. Para siempre, ni hablar. Me iría a un país nórdico porque con mi línea de investigación los grupos de trabajo más fuertes están allí.

¿Qué solución cree que hay para el paro juvenil?

No lo sé, lo veo muy difícil. Hay días que me levanto y digo "Venga, que esto no puede estar siempre así, que esto va a mejorar y algún día no tendremos que vivir con esta preocupación en la cabeza". Pero tal y como están las cosas y con las políticas que hay yo no veo salida. Yo no sé si mañana me voy a quedar sin beca... Las cosas están peor incluso para practicar deporte. Pero ya mejorará, no vamos a estar así toda la vida.

Vive en medio de un entorno totalmente rural. ¿Qué echa de menos de la ciudad?

Los servicios. El poder hacer la compra, el coger un autobús y el estar cerca de la gente sin tener que coger el coche.