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Muerte súbita en Guimaraes

Se cumple una década del fallecimiento de feher, futbolista húngaro del benfica

Muerte súbita en Guimaraes

Tal día como hoy de hace ya una década, los medios de comunicación de todo el mundo se hacían eco de la muerte del futbolista húngaro Miklos Feher. A sus 24 años, el jugador del Benfica se dejó la vida en un terreno de juego el 25 de enero de 2004, cuando el equipo lisboeta disputaba un choque de la Liga portuguesa en el estadio del Vitoria de Guimaraes. El conjunto del magiar, entrenado por aquel entonces por José Antonio Camacho, que años más tarde recalaría en el banquillo de Osasuna, acababa de marcar en el minuto 91 el único tanto de un duelo que ya tocaba a su fin. Sin embargo, instantes después del gol, obra de Fernando Aguiar a pase del propio Feher, el futbolista del Benfica se desplomó sobre el césped sin mediar golpe ni ninguna otra incidencia reseñable. Simplemente sonrió porque su equipo había anotado, se dobló y cayó sobre la hierba. Había sufrido una embolia pulmonar. A partir de ahí, nadie pudo hacer nada por salvar su vida.

Feher fue atendido de inmediato sobre el césped del estadio. Durante un cuarto de hora trataron de reanimarle en medio de un corro formado por los jugadores de ambos equipos, el Benfica y el Guimaraes, técnicos, masajistas y miembros del cuadro arbitral. Nadie daba crédito a lo que estaba sucediendo y todos se echaban las manos a la cabeza bañados en lágrimas. Fueron minutos de mucha tensión. De drama. Un masaje cardiaco que sirvió para muy poco.

Ante el poco éxito de los primeros auxilios, el jugador húngaro fue evacuado de urgencia del Estadio Don Alfonso Henriques en dirección al Hospital de Guimaraes, centro médico al que llegó en situación de parada cardiaca. Fuentes hospitalarias certificaron horas después que, tras someter al futbolista a todo tipo de maniobras de urgencia para tratar de mantenerle con vida, Feher había fallecido.

Las reacciones a tan fatal acontecimiento se sucedieron a continuación. El primero en ofrecer explicaciones fue el médico personal de Feher, también de nacionalidad húngara, que explicó que el futbolista no tenía ningún problema físico relevante que invitara a pensar que se encontraba en una situación de riesgo como la que vivió aquella noche. Y es que Feher ni siquiera jugó su último partido entero. Aquel 25 de enero de hace una década, inició el partido desde el banquillo y José Antonio Camacho, su técnico, decidió que ingresara en el terreno de juego en el minuto 60. Lo hizo en sustitución de Joao Pereira. Su entrada resultó decisiva para que el Benfica anotara el único tanto de un partido que todo el mundo recuerda por la muerte de Feher.

Ni el primero, ni el último El prometedor futbolista húngaro perdió la vida cuando todavía no había cumplido los 25 años y apenas seis meses después tuvo lugar otra trágica muerte en un campo de fútbol, la del camerunés Marc Vivien Foé, que falleció durante la disputa de un partido correspondiente a la Copa Confederaciones disputada en Francia en verano de 2003. Así que la muerte de Feher no fue la primera ni la última de un futbolista de alto nivel. Y es que a la mente de todos quedaron después grabadas las trágicas pérdidas del sevillista Antonio Puerta y el jugador del Espanyol Dani Jarque, recordado por Andrés Iniesta en la final del Mundial de Sudáfrica justo después de que el manchego anotara el tanto que daba el título a la selección española.