Si la armonía es la combinación de elementos diferentes, incluso en principio contrapuestos, de forma equilibrada y acertada, el nuevo Clase C -probado aquí en la versión diésel de 170 CV y provisto del cambio automático 7G-Tronic Plus- representa una de las mejores formas de expresión de ese anhelado conjunto de cualidades exigibles y deseables en una berlina media del segmento Premium.
Me ha encantado este precioso C 220 BlueTec automático de siete marchas. Es sencillamente un automóvil envidiable y admirable en todos los sentidos. Tiene algunos puntos mejorables, como un espacio interior correcto en habitabilidad en relación al tamaño exterior -aunque esto siempre depende de la amplitud interior que necesitemos- y un aceptable maletero, si bien sin rueda de repuesto y con kit reparapinchazos, pero en todo lo demás es un coche delicioso.
Para comenzar, su diseño estético es sobresaliente, con un acusado estilo deportivo, pero nada excesivo, que anticipa unas cualidades dinámicas muy satisfactorias, y más todavía si viene equipado con el paquete sport, algo más sensible sobre firmes deteriorados. La belleza exterior, ésa que está haciendo pensar en Mercedes a quienes antes buscaban otras firmas alemanas, se traslada a un interior también irreprochable y muy moderno. Todo a mano, bien situado, con un tacto de mandos y una presencia ejemplares, sumado a la atractiva pantalla de información situada en el centro del salpicadero.
La comodidad es sin duda otras de sus grandes virtudes. Como buen Mercedes que es, los kilómetros se suceden en su interior con esa sensación tan propia de la marca de discurrir como si nada, con absoluta fluidez, inmersos en un mar de silencio, respuesta agradable y progresiva y absoluto control. No cabe duda de que en ciudad su cambio automático, agradable, preciso, rápido y apenas apreciable, es una delicia y que en carretera, ya sean revirados tramos de montaña como trazados más abiertos, se disfruta en cada kilómetro, pero donde creo que esta versión hará las delicias de sus propietarios será en largos viajes. No me imagino poseer este coche y no planear rutas de muchos kilómetros, aunque solo sea por el mero placer de conducir.
La estabilidad, agilidad, precisión en el viraje, notable paso por curva, nobleza de reacciones, siempre muy progresivas, y exquisita motricidad hacen del manejo de este tracción trasera todo un placer. No es un coche que invite a correr en exceso, aunque sus prestaciones sean elevadas (233 km/h y sólo 7,4 segundos para pasar de 0 a 100 km/h), en contraposición a unos consumos homologados mínimos (5,3 litros en ciudad, 3,6 en carretera y 4,3 de media), y responda con brillantez cuando le apretamos las clavijas en curva en sus modos de conducción más deportivos -y les aseguro que lo he hecho, hasta hacerlo deslizar apreciablemente del eje trasero-, pero incluso en esas circunstancias demuestra esa elegancia y suficiencia tan alemanas, de estar preparado por esto y mucho más.
A la postre, este nuevo Clase C 220 BlueTec 7G-Tronic Plus es toda una demostración de saber hacer, de esa calidad siempre de referencia en Mercedes, que ahora se combina con un diseño moderno y deportivo como nunca antes en la Clase C, y todo ello en perfecta armonía.
El C 220 BlueTec cuenta con la potencia, prestaciones, eficiencia, confort y estabilidad ideales para su segmento