Pamplona - Tres cristaleras por fuera, cada una con un escudo diferente. En la primera aparece Osasuna, en la segunda el de la ciudad de Pamplona con el gallo de San Cernin y en la tercera está San Fermín y el encierro. Al lado, una puerta pequeña de madera con el escudo del Iruña. Una vez dentro, se ve una larga barra y al final dos salas, una con cocina y, sobre todo, mucha gente conversando mientras aprovechan para beber y comer.
Así es la nueva sede del Iruña estéticamente, en la que el nombre del antiguo local todavía está (las prisas por la inauguración...). Entre el público se pudo contar con la presencia de Alfonso Gogorcena, Pedro Arozarena, Luis Sabalza, Miguel Induráin, César Cruchaga y otros muchos más...
Tras 56 años de estancia en la calle Campana, la sede del Iruña se traslada a la calle Jarauta. El jefe de prensa, Eduardo Díaz, fue el primero en tomar la palabra para dar paso a la presentación de la nueva sede y de los ponentes. Empezó agradeciendo la presencia de todos y quiso homenajear a las personas que han dado todo por el club, como Isidro Lázaro, quien inauguró el local de la calle Campana y que con 96 años acudió al evento. Díaz aseguró que “esas personas son nuestros referentes, nos debemos fijar en ellos para el devenir del club”. El mote por el que se conoce a los integrantes de la peña va a ser difícil de cambiar y Díaz confirmó que “el sentimiento de pertenencia estará siempre presente y da pena el traslado, pero estamos en otra calle emblemática y en un local entrañable”.
“Pese al cambio de continente, no cambia el contenido”, aseguró Díaz, y el Iruña seguirá siendo el mismo y los valores del club como la humildad, trabajo en equipo, solidaridad..., no van a cambiar. Lo más importante, destacó Díaz, es que “cuando alguien abandone el club, sea mejor persona”.
Después intervino Enrique Maya, alcalde de Pamplona, que inició agradeciendo la invitación a la inauguración. Maya afirmó que “el Iruña es historia de Pamplona y del fútbol navarro”. De repente, Maya sorprendió al público contando una anécdota sobre cómo empezó su afición por el fútbol: “Fui a ver un Tudelano-Iruña y allá estaba un delantero rubio llamado Ostívar que me llamó la atención”. Se sinceró después Maya admitiendo que con la construcción del Sadar se terminó de enamorar del fútbol.
Antes de concluir, el alcalde de Pamplona quiso augurar un buen futuro al club y recalcó que “pese a ser un club humilde económicamente, no lo es en cuanto a personas, y espero, que este nuevo local os permita crecer todavía más”.
Muchas personas han ido y venido en 56 años, pero el espíritu del Iruña continuará intacto en el nuevo local. - Marc Cia