Síguenos en redes sociales:

No todo es cuestión de fuerza

Halterofilia un deporte muy sacrificado donde la técnica depurada es lo más importante

No todo es cuestión de fuerza

Pamplona - Una barra de hierro con discos de peso a sus laterales, colchonetas, maillots, muñequeras y una sala de gimnasio con gente entrenando. Muchos intentarían levantar esa barra tirando de fuerza bruta, pero “más vale maña que fuerza” como diría mi abuela o cualquiera que se dedique a practicar halterofilia. Es un deporte que trabaja mucho la técnica para conseguir que esa barra de hierro con 85 o 100 kilos se mantenga en el aire.

La halterofilia consiste en el levantamiento del mayor peso posible en una barra en cuyos extremos se sitúan los discos. A pesar de que requiere fuerza, también necesita de una técnica muy precisa ya que se trabajan todos los músculos del cuerpo.

Hay varias categorías, la absoluta es de +105 kg. Hay muchos niños que empiezan desde pequeños en este mundillo, sin embargo está estipulado que hasta los 13 años solo trabajen la técnica. A partir de entonces pueden empezar a levantar peso.

Los ejercicios que se evalúan en este deporte son dos: por un lado está la arrancada y por otro los dos tiempos. La primera consiste en levantar la barra desde el suelo hasta por encima de la cabeza con los brazos extendidos, todo en un solo movimiento, por eso se considera el ejercicio más técnico de todos. La segunda modalidad que se evalúa es el dos tiempos, está compuesto por dos fases, la primera es la cargada y consiste en levantar la barra desde el suelo hasta los hombros con una sentadilla y en la segunda fase, denominada jerk, se levanta la barra por encima de la cabeza tomando impulso con las piernas y extendiendo los brazos por completo.

“La halterofilia es un deporte en el que luchas contra la gravedad porque los kilos tiran para abajo y tú tiras hacia arriba. Es sacrificado, hay días que cuesta más y hay que sufrir”, así definió este deporte José Luis Ibáñez, una de las personas que mejor conoce este mundillo ya que fue haltera y hace tiempo que se dedica a entrenar gente en el club Gazte Berriak.

En Navarra hay cinco gimnasios que practican este deporte: Anaitasuna, Gazte Berriak, Orkoien, Cintruénigo y Queiron. Cada uno de estos clubes trabaja con sus chavales la técnica y la fuerza. “Aquí trabajamos como en cualquier otra actividad, corrigiendo a los críos. Trabajas y te implicas en ellos para que cuando tengan 13 años y puedan competir en kilos veas si el trabajo que has realizado ha ido por el buen camino o no”, comentó Javier Arteta, exhaltera y entrenador del Club Anaitasuna. “Es un deporte que no estás por el dinero porque aquí perdemos todos. Es un deporte jodido y además el Gobierno de Navarra siempre está recortando a deportes pequeños como la halterofilia”, añadió Arteta. En cambio, José Luis Ibáñez contó que “lo que hacemos es coger chavales, chicos o chicas, e intentar hacerlos hombres y mujeres a base de levantar kilos”.

Tanto Javier como José Luis llevan más de 40 años entrenando a chavales, pero el Gobierno cada vez les va recortando más y “se piensan que con el dinero de los clubes es suficiente”, apuntó Arteta. En el tiempo que llevan entrenando han visto pasar por sus gimnasios a mucha gente, muchos chavales que son muy buenos y otros que no tanto, pero lo que intentan estos profesionales de la halterofilia es que cada vez haya más gente interesada. “Ahora parece que el deporte está reflotando un poco, pero ha habido una época, sobre todo, de chavales de entre 15-17 en la que hubo unos años malos”, contó Arteta. “Esto va por rachas, si entra un chaval, igual vienen tres o cuatro amigos más, y si se va ocurre lo mismo”, matizó Ibáñez. De esos cinco chavales que se apuntan a la vez, puede que solo uno tenga cualidades y como le van bien las cosas él sigue y los demás se estancan y se van. “Ahí es donde entramos nosotros, te dedicas a él mucho para que no se estanque y pueda avanzar”, dijo Ibáñez. Su compañero añadió que “cuesta mucho preparar y muy poco que se vayan”.

Ambos entrenadores coincidieron en que no todos tienen las mismas capacidades ni facilidades. “Cada persona tiene unas cualidades por lo que el entrenamiento tiene que ser adecuado a cada uno. Uno puede tener mucha facilidad en arrancada, pero en el dos tiempos es un negado, o al revés, entonces nosotros tenemos que trabajar personalmente con ellos ”, dijo el entrenador del Gazte Berriak. En el club Anaitasuna, Javier deja a los chavales que entrenen en grupo, “sin embargo a la hora de corregir los fallos se hace de forma individual porque uno tiene unas virtudes y otro tiene otros defectos que hay que corregir y trabajar cuanto antes para evitar lesiones graves”.

Tener una técnica muy depurada hace que, a criterio de Ibáñez, la halterofilia sea uno de los deportes más completos que existen y en el que menos lesiones graves se producen. Irónico cuanto menos ya que se entrena con una barra de hierro y con unos cuantos kilos de peso. “Trabajas el lado izquierdo igual que el lado derecho. La halterofilia es el deporte más perfecto y es muy difícil tener lesiones graves como tienen otros deportistas”. A pesar de esto siempre hay algún caso especial, “las lesiones más frecuentes son de muñeca, sobrecarga de espalda, cervicales, pero son molestias”, apuntó Arteta quien solo ha tenido que hacer dos partes de lesión.

¿Qué pasa con el auge de los gimnasios y de la nueva moda del crossfit? Es algo que a la halterofilia como deporte y a los entrenadores les beneficia y les viene muy bien porque es un tema que los personal trainer no dominan y por eso tienen que tirar de gente profesional que conoce la técnica. “Con cuatro cursos los fines de semana no se puede aprender algo que, como bien ha dicho José Luis, es un entrenamiento personal donde tienes que ver en qué falla cada uno para poder corregirlo”, declaró Arteta. La clave de este deporte está en una palabra: técnica. Ésta tiene que ser muy depurada porque se lucha contra la gravedad. La fuerza que tienen que emplear los halteras es muy grande y esto solo se consigue trabajando el método con los procedimientos adecuados. Aquellos que practican cossfit saben que tienen que levantar tanto peso y lo hacen a fuerza, olvidándose de la técnica. A muchos les gusta cuando van gente como Javier o José Luis a darles clases y se apuntan a hacer halterofilia en el gimnasio, “eso para nosotros es un reto porque la técnica que tienen es muy mala y hay que conseguir que cambien los malos hábitos”, expresó Ibáñez. “Hay que conseguir que tengan elasticidad de pies a cabeza, entonces los kilos van mejor y tienen menos probabilidad de lesiones”, expuso Arteta.

En Navarra hay campeonatos tanto a nivel individual como de clubes. Además cada club suele competir en otros torneos y campeonatos como el campeonato de Euskadi, por ejemplo. Ellos representan a Navarra y compiten con otras comunidades como Vizcaya, Guipúzcoa y Álava. Además suelen ir a competir con otros clubes de otras ciudades como el Gazte Berriak que se va a Irun o el Anaitasuna que parte para Logroño.

Vienen de un campeonato de España en el que han obtenido tres bronces de Rosmeri Fitas, una de las navarras del club Orkoien, y una mejor marca de Nedko Sabinov del Club Anaitasuna, sin embargo su oro no llegó a Pamplona porque su esfuerzo lleva “tramitándose” casi siete años.

Estos chavales no tienen una dieta específica, pero sus entrenadores coinciden en que “cuando están cerca campeonatos o fechas importantes hay que controlar un poco la alimentación. En cambio, cuando se hace con miras más largas hay que controlarla para que se mantengan en una misma categoría. Pueden comer de todo, pero llega una época en la que no pueden pasarse”, matizó Arteta.

En cuanto a lo económico el presupuesto destinado para la halterofilia en otros sitios es mucho mayor, por lo que el mérito que tiene la halterofilia en Navarra es enorme ya que sacan gente muy buena y con mucho potencial sin medios. Esa es la gran diferencia con otras comunidades.

Protagonistas

“Me da poder”

Un ejemplo de los mejores deportistas navarros son los seis levantadores que participaron en el pasado campeonato de España. Tres chicos y tres chicas. Aparentemente puede ser un deporte en el que hay más chicos, pero cada vez las mujeres se animan más a practicar halterofilia.

Una de ellas es Amaia Marculeta, que empezó a levantar en octubre del año pasado y que consiguió ir al campeonato de España. La joven del club Gazte Berriak terminó quinta en la categoría de 69 kg: “Es mi primer campeonato, llevo solo siete meses haciendo halterofilia así que para mí ha sido un triunfazo clasificarme y conseguir un quinto puesto. Empecé hace dos años a hacer crossfit y parte de eso es halterofilia. Vino José Luis a darnos técnica porque es súper importante y me empezó a gustar, a él le gustó como entrenaba yo, fuimos a torneos y vimos que se me daba bien y en los últimos cuatro meses me he centrado un poquito más en la halterofilia”, declaró.

Amaia no fue sola, su compañero de club, David Rubio, que terminó siendo el cuarto clasificado es todo un experto, tanto que ha logrado ir a dos campeonatos europeos sub17. “Yo llevo ya 13 años haciendo halterofilia, se puede decir que soy perro viejo en esto, pero aún tengo 25 así que espero aguantar más”, comentó el joven con una sonrisa aunque apenado por no haber podido conseguir una mejor posición en el campeonato nacional ya que terminó siendo el cuarto clasificado.

Como cualquier deporte tiene sus pros y sus contras, pero que mejor que dos de los mejores levantadores navarros para contarlo. Para David lo más duro es “que hay que ser muy constante. Es un deporte muy poco agradecido. Ahora nos vamos a ir de vacaciones y vas a estar parado dos semanas y cuando vuelvas vas a tener las mismas agujetas que el primer día”, en cambio, para Amaia es “un deporte muy técnico, parece que es mucha fuerza bruta pero al final se basa todo en tener una técnica muy depurada. Por ejemplo yo que llevo poquito tiempo noto que todavía me cuesta tirar con fluidez, aunque tengo mucha fuerza”.

No todo iban a ser complicaciones, si no poca gente se engancharía a esto de levantar peso, en cuanto a lo más satisfactorio Amaia aseguró que “como chica me da mucho poder levantar esos kilos y cuando los tienes arriba es un subidón de adrenalina”. David encuentra muy positivo mejorar marca ya que cuesta mucho trabajo y lo que hay que hacer para conseguirlo es “algo muy especial que si no experimentas no lo sabes”.

En una competición, en décimas de segundo te estás jugando el entrenamiento de muchos meses, por eso es un deporte en el que tienes que estar muy preparado mentalmente para no activarte demasiado y que la barra se te caiga o para no ponerte muy nervioso y que la barra no se levante del suelo. “Es muy técnico y mental a pesar de que parece que todo es fuerza”, puntualizó la joven principiante. David, con un recorrido más largo, ha pasado por dos europeos sub17: “Es una experiencia muy bonita, siempre tienes la ilusión de repetirlo pero ahora mismo está muy complicado meterse a pelear con esos tíos. Pero bueno oye, nosotros a hacer nuestro trabajo, a mantenernos y a aguantar los máximos años posibles. Para mí un premio sería estar como mi otro entrenador que tiene 47 años y sigue levantando”. Hay días como en cualquier otro deporte en los que estas cansado y cualquier cosa, por mínima que sea, se te hace cuesta arriba, pero hay que echarle ganas y decir: “Esta no la fallo”.

Reconocimiento

“Una sola firma”

Otro de los protagonistas de esta historia es un búlgaro de 38 años que se quedó por sexta vez campeón absoluto en +105kg. Rubio, bajito, fuerte y corpulento, así es Nedko Sabinov, haltera del club Anaitasuna. Seis veces ha hecho la mejor marca de España, sin embargo esas medallas de oro ganadas con esfuerzo y superación nunca llegaron a la estantería de su casa. ¿El motivo? Un papel, una firma, por la que llevan esperando más de siete años para que le den la nacionalidad.

“Con él andamos a vueltas con el tema de la nacionalidad, porque lleva siete años para un papel que no le firman. Si hubiera sido otro deporte no habría habido ningún problema”, declaró con rabia su entrenador Javier Arteta. “Hay que pedirlo al consejo de ministros, pero quien tiene que meter mano es algún político o el Gobierno de Navarra, si quisiera”, dejó caer Arteta. El joven levantador tiene capacidades y marcas para participar en un campeonato de Europa, sin embargo “está desmotivado porque no consigue nada más que machacarse y machacarse”, comentó quien comparte con él casi dos horas diarias.

25 años formando parte de este mundo porque su corazón está ligado a levantar peso. El atleta es consciente de que si esa firma le hubiera llegado mucho antes “igual sí que me hubiera planteado competir a nivel europeo, pero ahora no tengo ganas”. No es solo un papel, sino que “la nacionalidad me da la posibilidad de optar a una beca y eso ya es otra cosa”, comentó enfadado y triste Sabinov.

Desde siempre tuvo claro que la halterofilia era lo suyo porque es un deporte individual “el de equipo en el que uno se queda en el banquillo sentado cobrando lo mismo no me gusta”, exclamó. “Lo individual es lo que haces tú y no depende de nadie más”, finalizó.

Arteta quiso tener la última palabra y dejó claro que “su marca, la que le he visto yo en Pamplona, es 155 en arrancada y 185 en dos tiempos. Pero él va cumpliendo años y cada vez está más desmotivado porque él está asentado en Pamplona, tiene su piso, su trabajo, es decir, no es un búlgaro que va y que viene, es un búlgaro que está trabajando aquí” y que no consigue que se le reconozca su trabajo como a cualquier español.