volvo ha sido tradicionalmente una marca que los compradores hemos asociado a vehículos grandes y a la vez a grandes vehículos. No es menos cierto que en los últimos tiempos se han prodigado, y con gran éxito, sus modelos más compactos, pero en el imaginario colectivo los Volvo siguen siendo automóviles de gran tamaño, sólidas mecánicas, elevada seguridad, notable dinamismo, excelente calidad de realización, contrastada fiabilidad y sofisticada elegancia.
Y fieles a esta filosofía, en los últimos meses el fabricante sueco ha dado a conocer dos novedades que van a determinar en buena medida su evolución en los próximos meses y años. Los nuevos Volvo S90 y V90 representan su apuesta en el segmento Premium por los turismos de notables dimensiones y atractivo diseño. El primero dado a conocer, con motivo del Salón del Automóvil de Detroit, ha sido el S90, lo que, en palabras de la propia casa, “confirma el compromiso a largo plazo con el mercado estadounidense y muestra claramente su confianza en el crecimiento de las ventas el próximo año”; ventas que ya en 2015 subieron en Estados Unidos un 24,3%, y cifras en las que tienen mucho que ver sus exitosos XC60 y XC90, y en el futuro también lo tendrá el establecimiento en Carolina del Sur del primer centro de producción de Volvo Cars en Norteamérica, lo que supondrá la creación de 2.000 puestos de trabajo.
Volvo destaca de su imponente S90 “los numerosos elogios recibidos por su exterior deslumbrante y su lujoso interior, con una parte delantera altiva, pero no agresiva, y que se caracteriza por su parrilla cóncava que rinde homenaje al Volvo P1800 y aloja el iron mark de Volvo. Las luces en forma de T, tipo martillo de Thor, confieren un potente sentido de dirección que hace al S90 inconfundible en la carretera. En el interior de este sedán de cuatro puertas y baja altura, Volvo ha introducido algunos de los elementos más apreciados del SUV XC90 y ha subido el listón con algunos detalles impresionantes en el nuevo tablero y el panel de instrumentos, como las rejillas de ventilación que se alzan a ambos lados del interfaz de usuario Sensus”.
El objetivo era, según precisa el vicepresidente primero de Diseño del Grupo Volvo, Thomas Ingenlath, “crear un nuevo sedán estrella con la idea de que suponga una auténtica transformación, que sea clásico e innovador, con un exterior excepcionalmente acabado y una gran presencia, que destaque por la limpieza de líneas característica del diseño escandinavo. El interior es un ejemplo de nuestra maestría en el arte de combinar tecnologías innovadoras y materiales naturales para conseguir un ambiente elegante, acogedor y de buen gusto, lo mejor de Suecia”.
Y junto a este despliegue de diseño, Volvo respalda al S90 con motores y tecnología de primera línea. A sus grandes dimensiones (4,96 metros de largura, 1,89 de anchura, 1,44 de altura y 2,94 de distancia entre ejes) acompaña una amplia gama de mecánicas, con propulsión híbrida enchufable de 410 CV, gasolina de 320 CV y diésel de 190 y 235 CV, asociadas a cajas de cambios manuales de seis machas y automáticas de ocho, además de tracción delantera y a las cuatro ruedas. Las ayudas a la conducción serán otra demostración de poderío de Volvo, con su sistema de conducción semiautomática hasta un límite de 130 km/h o la detección de animales de gran tamaño, de día y de noche, con advertencia y freno asistido para evitar o amortiguar la colisión.
Además, como complemento a esta prestigiosa berlina de tres volúmenes, Volvo también ha dado a conocer, fiel a su tradición en la producción de grandes turismos familiares, la versión V90. Se trata, en palabras de Ingenlath, de “una fascinante combinación de lujo y funcionalidad bajo la clásica silueta de los Station Wagon”, un tipo de carrocería en la que se considera a Volvo entre los mejores fabricantes del mundo. De este modo, Volvo completa brillantemente con los futuros S90 y V90 la familia iniciada con el exitoso XC90, un SUV que ha logrado, además de numerosos premios, la catalogación como mejor modelo de su segmento en los test de choque EuroNCAP 2015. No sorprende, por tanto, que las ventas del XC90 continúen superando la capacidad de producción de la marca, lo que ha llevado a Volvo a lograr en 2015 el mayor récord de ventas de su historia, con más de 503.000 unidades.