pamplona - Los comienzos, aunque difíciles siempre tienen algo de romántico. La ilusión de un crear desde la nada, la incertidumbre de recorrer un camino no frecuentado y la esperanza de que el proyecto llegue a buen puerto.
El viernes, a sus 60 años y a causa de un tumor, falleció Emiliano Remón, el primer entrenador de La Única Rugby Taldea. Un hombre que se sumó a un proyecto que era poco más que un boceto y entregó todo por esa causa. Corría el año 84 y Emiliano, por su experiencia, era la persona indicada para comandar el proyecto. “El sabía mucho de rugby había jugado a buen nivel, incluso jugó con la selección de Euskadi contra Gales”, rememora Txema Urmeneta que tuvo a Remón como entrenador por aquel entonces.
Las raíces del técnico estaban en el CRUN -Club de Rugby de la Universidad de Navarra- donde fue un destacado jugador. Cuando finalizó su periplo universitario pasó al Iruña pero con el nacimiento de La Única, Iñigo Doria, fundador del club y expresidente de la Federación, le convenció para que ocupara el banquillo en aquella nueva aventura. “Fue muy importante porque no teníamos ni idea de hacer nada y él nos coordinó”, se sincera Doria que asevera que Emiliano “impregnó” al naciente equipo del “espíritu, que era más importante que la técnica”.
Un inició humilde, muy artesanal. “Vivíamos en la incertidumbre. Teníamos porterías extensibles que habíamos fabricado”, narra Doria, y aunque los resultados no acompañaban, se creo un núcleo fuerte, una piña y Emiliano tuvo gran parte de mérito en ello. “Consiguió que fuéramos una cuadrilla de amigos. Como entrenador era bueno, como jugador, más y como persona , incomparable”, explica Txema que destaca de su exentrenador su gran sentido del humor incluso en las situaciones más complicadas. “Siempre tenía un chiste en la boca”, ratifica.
El rugby navarro ha despegado desde aquellos inciertos comienzos y actualmente ya es un deporte asentado en la comunidad. “En estos últimos diez años ha crecido mucho el rugby tenemos más de 300 fichas”, dice Urmeneta, que entrena en La Única al equipo sub-16. “Cuando pusimos en marcha la Federación no había ni cien fichas, cuando la dejé, había 500”, asegura Doria y concluye: “Emiliano tuvo mucha culpa de esto”.