Adiós entre lágrimas
leb plata un kia sakimóvil muy combativo y tremendamente orgulloso cae ante el potente covirán granada y se despide de la temporada
Kia Sakimóvil BNC67
Covirán Granada73
KIA SAKIMÓVIL Poston, Fuentes (14), Narros (3), Hidalgo (14) y Hopfgartner (6) -cinco inicial-; Zabalo (3), Bleeker (6), Yarnoz (5) y García (16).
GRANADA Bowie (6), Bortolussi (9), Uta (2), Almeida (2) y Cobos (6) -cinco inicial-; Corts (13), Milekovic (2), Fernández (17) y De Latibeaudiere (16).
Parciales 20-18, 14-14, 27-20 y 6-21.
Árbitros Gómez y Pinela.
Pabellón Arrosadia. 1.000 espectadores.
pamplona - Es raro ver llorar a un tipo de 35 años que lleva toda la vida ganándose el pan con esto del baloncesto y que, por tanto, las ha visto de todos los colores. Las lágrimas de Iñaki Narros al finalizar el encuentro de ayer reflejaban muchas cosas. Reflejaban que un equipo echo trizas en lo físico se había dejado el alma en la pista. También la angustia de un capitán que en el minuto cinco se resintió de su dolencia en el gemelo y tuvo que bajarse del barco muy a su pesar. Por último también se podía intuir en ese llanto el cruel desenlace de este tercer choque y por ende de la temporada.
No es fácil soñar durante 35 minutos y llevarte un jarro de agua fría, darte de bruces contra el suelo, en los últimos cinco. El Granada, un club sobradamente superior en plantilla y recursos, arrancó ayer una agónica victoria de Arrosadia para avanzar de ronda a en estos play off de Plata y, por tanto, condenar al Basket Navarra a dar por finalizada su campaña.
Los dos primeros partidos se saldaron con abultadas victorias del club nazarí, ayer en cambio, con un BNC plagado de lesionados y tocados los andaluces tuvieron que currárselo de lo lindo.
En el primer cuarto saltaron todas las alarmas. Iñaki Narros con problemas en el sóleo se resentía y se veía obligado a marcharse a vestuarios. Si ya la machada era grande, la lesión del capitán obligaba a los rojos a encomendarse a la heroica. Dirigidos por un siempre valiente Adrián Fuentes los navarros consiguieron ganar el primer parcial de la serie (20-18).
El segundo cuarto siguió por los mismos derroteros, el Kia Sakimóvil se empleaba al límite atrás, mientras que los granadinos sufrían atacando la defensa posicional. A esas alturas de la película el Covirán ya era consciente de que las facilidades de los dos primeros duelos se habían terminado y que si querían rascar algo de Pamplona debían bajar al barro.
El tercer parcial fue una locura colectiva, una explosión anotadora de los locales que permitió al respetable creer que la serie podía alargarse al menos hasta mañana. Un triple de Yarnoz puso la máxima de 9 (59-50) ventaja que se repitió con el final de periodo (61-52).
Sin embargo el destino le había guardado el más amargo de los finales al Basket Navarra. Los rojos, extenuados y con una rotación mucho más corta que su rival, sucumbieron debido a un demoledor parcial de 6-21 en los últimos 10 minutos que echó por tierra las esperanzas del BNC de seguir con vida en la serie.
Nada que reprochar a los navarros, que ayer se entregaron por completo en la cancha pero que, simplemente, no dio para ganar a un gran equipo que supo tirar de oficio.
“hemos de irnos con la cabeza alta”
“Hasta que se nos acabó la gasolina”. “Hemos hecho el mejor partido posible dentro de las circunstancias”, dijo Joaquín Prado, técnico del BNC, en referencia a los problemas de lesiones de los suyos y recalcó que aguantaron “hasta que se nos ha acabado la gasolina”. “Hoy hemos de irnos con la cabeza alta. A nadie le gusta perder pero si se ha de perder, que sea de esta manera”, matizó. “Iñaki, a parte de ser un fantástico jugador de baloncesto, es todo corazón y para él, el partido de hoy era un día que tenía señalado en el calendario, quería hacerlo bien, venía tocado y ha arriesgado”, dijo el técnico sobre las lágrimas del capitán.