pamplona - La consejera de Cultura, Deporte y Juventud, Ana Herrera, propuso ayer que la parte administrativa del pabellón Navarra Arena sea la sede del Instituto Navarro de Deporte y Juventud, y que acoja a las distintas federaciones deportivas, constituyéndose como Casa del Deporte.
“Será un edificio habitado, con un movimiento diario de personas que gestionan la actividad deportiva de nuestra comunidad”, adelantó la consejera en comisión parlamentaria, en la que junto al director gerente de NICDO, Javier Lacunza, expuso el plan de uso del pabellón Navarra Arena.
Herrera, que indicó que la apertura del centro está prevista para septiembre de 2018, aseguró que, además de incluir eventos deportivos y culturales puntuales, también busca ser “un centro de referencia de la gestión deportiva en la comunidad”.
De esta forma, propuso que la instalación orientada a usos administrativos, que cuenta con tres plantas, albergue tanto a la sede del Instituto Navarro de Deporte y Juventud (INDJ) como a las distintas Federaciones deportivas navarras. Así, apuntó que serán aproximadamente 100 personas las que trabajen a diario en el edificio.
“Esa actividad diaria, necesaria para que la infraestructura tenga buena salud, no tiene sentido darla al pabellón deportivo”, ha explicado Herrera, que ha aclarado que “no hay una necesidad de uso diario que no pueda ser cubierta por otras instalaciones de la ciudad” y “tendría un coste muy alto”.
Tras recordar que la cantidad invertida en el centro hasta el momento ha sido de 56 millones de euros, recordó que queda pendiente una obra por valor de 7,3 millones, que verá comenzada en las próximas semanas su fase de licitación.
De estos siete millones, matizó que se ejecutarán cinco de ellos y que la aportación anual del Gobierno foral será de 900.000 euros.
Herrera precisó que se ha apostado por una “gestión directa” de la instalación, que correrá a cargo de la sociedad pública NICDO.
En cuanto a los posibles usos, destacó campeonatos nacionales, europeos o internacionales en distintas categorías y modalidades deportivas, así como al menos dos eventos culturales anuales “que requieran aforos superiores a otras infraestructuras existentes en la comunidad”.
También matizó que se ofrecerán servicios “alternativos”, como la habilitación de una superficie diáfana que podrá emplearse para la industria cinematográfica y publicitaria.
“La explotación como parking público y la capacidad de habilitar servicios de restauración y catering complementarán esos factores generadores de ingresos para la entidad gestora”, añadió, tras indicar que se han iniciado contactos con el Ayuntamiento de Pamplona para contar con su colaboración.
La regionalista Cristina Altuna recordó que en 2012, el plan en el que se enmarcaba esta construcción fue aprobado por el Parlamento con un apoyo del 72%.
“En aquel momento, no cosechó ningún voto en contra”, señaló Altuna, que afirmó que “juzgar con los ojos de ahora y calificar determinadas actuaciones resulta muy fácil”. - Efe