El burladés Imanol Pedreño (19/12/1991), que lleva practicando kettlebell desde hace siete años –de los cuales cinco compitiendo–, y que disfruta del título mundial en categoría élite, obtenido recientemente en Hungría, ya tiene marcados sus próximos objetivos: el Mundial de Polonia, en junio del año que viene, y clasificarse para el próximo Campeonato de España, una cita también para 2024. Además de sus logros, el deportista de élite recuerda a todos aquellos que le han acompañado durante su trayectoria y a quienes le han ayudado a hacer realidad su sueño.

PREGUNTA: ¿De dónde proviene su deporte?

RESPUESTA: –Es un deporte ruso que en España aún es minoritario, aunque cada vez se va uniendo más gente y más afiliados, porque también se va amoldando al nivel europeo. Al final, tiene muchos beneficios tanto físicos como psicológicos, pero es un deporte que para sufrir es mejor que no se haga, ya que supone mucho sacrificio. Yo lo comparo con crossfit y no tiene nada que ver. Kettlebell no es soltar la barra cuando se quiera, es más sufrido y hay mucha gente que no lo puede seguir.

P: ¿En qué consiste?

R: –Es similar a lo que se conoce como levantamiento de pesas. Consiste en levantar pesas rusas de diferentes kilajes bajo sus dos posibles modalidades, porque hay opción de hacerlo con una o con dos, como es el caso de la modalidad clásica, donde se levantan dos pesas de 24 kilogramos, o élite, la otra modalidad de levantamiento de dos pesas, pero en este caso de 32 kilogramos. En mi caso, el movimiento que yo hago es el de ciclo completo, que consiste en coger las dos pesas y, desde el suelo, haces un balanceo, las cargas hasta la zona de la cadera y, desde ahí, posteriormente las subes con los brazos extendidos hasta por encima de la cabeza. Tiene que estar la bola completamente bloqueada y las piernas extendidas. Así sería una repetición válida. Si las kettlebells, las pesas, se mueven o se balancean, esa repetición no sirve. Es una prueba que dura diez minutos.

P: ¿Hay alguna federación que lo respalde? 

R: –La única que hay es la Federación Italiana. Aquí en España lo que hay es la Asociación de Kettlebell España, que es la que promueve los campeonatos a nivel nacional y la que lleva a cabo las clasificaciones para los internacionales. 

P: ¿Cómo se inició en el Kettlebell?

R: –Mi actual entrenador, Edu Díez, que ya fue mi entrenador de fútbol cuando yo tenía cuatro años, empezó a tener hernias discales en la espalda, cuatro concretamente, y eso fue lo que le hizo investigar y dar con este deporte. Es más, hasta hace un año seguíamos compitiendo juntos, en categoría élite. Es curioso, pero hay mucha gente que practica este deporte por salud y por curarse los dolores, porque envuelve la musculatura de la hernia y hace que no te duela. Yo empecé a practicar este deporte por él hace siete años, de los cuales llevo cinco compitiendo. Sí que es cierto que perdimos el contacto durante un tiempo desde que le fichó Osasuna, pero volvimos a retomarlo y he llegado a competir al más alto nivel gracias a él. Todo empezó en el gimnasio que montó en su día.

P: ¿En qué se basan para saber quién ha ganado? En una competición, por ejemplo.

R: –En el que haga más repeticiones, llegando también a las mínimas que te exige la Federación Italiana. En el caso de las pesas de 32 kilogramos, son unas 35 repeticiones en la modalidad de ciclo completo, en unos diez minutos. Y, en el caso de media hora, son unas 240 repeticiones como mínimo. 

P: El pasado mes de junio, participó en el Mundial de Hungría y ganó la medalla de oro y de plata. ¿Cómo fue llegar hasta ahí?

R: –Hasta mediados de febrero aún no sabía si iba a competir o no. Primero, porque no podía permitírmelo económicamente y, segundo, porque también tengo mi trabajo y mi familia. Pero, finalmente, pude conseguir el oro en la categoría élite con dos kettel de 32 kg y plata en media maratón élite con 32 kg en 374 repeticiones.

P: ¿Supone mucho sacrificio?

R: –Sí, sobre todo económicamente, porque nos lo tenemos que pagar todo: desplazamientos, pruebas, equipamiento... Y, al final, al ser un deporte minoritario, no tiene respaldo económico; algo que es necesario tanto por mi Asociación (The Kettlebell Olympus) como por uno mismo. Mucha gente deja de competir por este tema, porque igual el precio del viaje puede alcanzar los 400 euros más o menos, si se trata del Campeonato de España. Pero si hablamos del Mundial, esa cifra asciende mucho más, unos 2.000 euros anuales, contando también el material deportivo. Este año, por ejemplo, he podido competir gracias a la ayuda de mis patrocinadores: Pamplona Comercial, Bar-Restaurante La Espiga y la Asociación de Feriantes (AIFNA). Una ayuda económica muy necesaria y que sirve de empuje para que muchos deportistas podamos acudir a eventos como estos.

“Este año he podido competir gracias a la ayuda económica de mis patrocinadores, sino no hubiese sido posible. Supone mucho sacrificio”

P: ¿Cómo se sintió a nivel físico y mental?

R: –Destrozado. Sobre todo psicológicamente, porque entre los críos, el trabajo, los entrenamientos durante seis días a la semana... Se juntó todo y solo tenía ganas de que llegase y acabar. También tenía la presión del apoyo económico con el que contaba este año gracias a mis patrocinadores. Es una ayuda inmensa, pero también se siente un agobio extra por ver en qué posición voy a quedar.Al final, al Mundial van los mejores y, cuando gané el oro, tuve muchos sentimientos encontrados, sobre todo me acordé de mi abuelo y saqué las fuerzas por él. Gané por una repetición y eso fue lo que me hizo proclamarme el primer español en ganar un oro en élite del Mundial de este deporte. Algo muy difícil.

P: Me ha dicho que entrena seis días a la semana, ¿cómo es su entrenamiento?

R: –Aparte de entrenar kettlebell también entreno fuerza, porque es un deporte que hay que compensar con ejercicios de espalda, pierna, pecho... aquellos músculos que este deporte no cubre. Mi trabajo es de horario partido, y eso hace que no siempre coincida con gente. Muchas veces he tenido que entrenar solo y cuesta mucho más. Cuando coincides con compañeros, al final nos animamos entre todos. Tienes recompensa personal, pero es mucho sacrifico para no tenerla económicamente. A veces se te quitan las ganas.

P: ¿Piensa que podría vivir de ello?

R: –WKSF (World Kettlebell Sport Federation ) está luchando por convertirlo en un deporte olímpico en un futuro, pero no lo sé. Tampoco tengo claro si me pillará a mí, porque ahora tengo 31 años, aunque todavía me queda. Es complicado, pero ojalá, así también puedo inculcarle los valores de este deporte a mis hijos. Suba quien suba a la tarima, y sea la competición que sea, se le aplaude a todo el mundo. Todos somos conscientes del sacrificio que supone y que el pique que hay detrás es totalmente sano.

“Vivo para competir y ojalá pueda inculcarle los valores de este deporte a mis hijos el día de mañana”

P: ¿Cuál diría que ha sido su mejor y peor momento? 

R: –El mejor ha sido este Mundial por las marcas que he hecho, y el peor durante la pandemia. Entrenabas mucho y no se competía. También el año pasado en el Mundial, que quedé tercero y segundo, pero con muy malos números. Fue un momento en el que me vine abajo y fue llegar a Pamplona y pensar hasta en dejarlo.

P: ¿Cuál es su próximo reto?

R: –El Mundial de Polonia, en junio del año que viene, en 2024. También tengo pensado clasificarme para el próximo Campeonato de España, pero todavía no sé las fechas, supongo que será entre febrero y marzo, también del año que viene.

P: ¿Qué otros premios o medallas ha conseguido? 

R: –El año pasado conseguí en el Mundial la segunda posición en la modalidad clásica y la tercera en media maratón. También tengo doce Campeonatos de España y seis Mundiales.

P: ¿Tiene pensado dejarlo a una edad en concreto?

R: –No, hasta que el cuerpo y la mente aguante. Cuando pasas los 40 años, ya eres veterano. Yo tengo claro que soy una persona que vive para competir. Siempre y cuando la salud no me frene.