Ariane Toro no desiste. Quiere estar este verano en los Juegos Olímpicos de París y este viernes ha vuelto a dar un paso de gigante en la carrera hacia su gran sueño. La judoca navarra se ha subido este mediodía al podio en el Grand Slam de Bakú, gracias a la medalla de bronce obtenida ante la azerbaiyana Aydan Valiyeva en la categoría de -52 kg, un resultado que le afianza en los puestos altos de la clasificación olímpica.

Este nuevo éxito se produce sólo dos semanas después de que Toro se colgase su primera presea en un Grand Slam absoluto, en concreto en el de París, que está considerado como el torneo por excelencia dentro del circuito internacional. Ese bronce le permitió colocarse como la mejor española en el ranking olímpico, resultado que queda respaldado con su buena actuación en Bakú.

Allí, en Azerbaiyán, la judoca navarra de 20 años cayó este viernes en el combate de semifinales ante la italiana Odette Giuffrida, por lo que pasó directamente a la lucha por el tercer puesto. Ariane Toro derrotó entonces por ippon a la azerbaiyana Aydan Valiyeva, igualando así el éxito del Grand Slam de París, y dando un espaldarazo a su objetivo olímpico.

A día de hoy Toro –cuyos padres y entrenadores son Yolanda Soler, bronce en Atlanta’96, y José Toro, que participó en los mismos Juegos–, estaría clasificada para París, con seis puestos de ventaja sobre su gran rival, la judoca española Estrella López Sheriff (18/24), que perdió en su primer combate en Bakú frente a la croata Ana Viktorija Puljiz.