El pasado sábado, en la piscina de la UPNA, el Waterpolo Iruña 98 02 daba una nueva alegría al deporte navarro al lograr el ascenso a la elite en un épico partido ante el Horta Haxelia catalán. De esta forma, el conjunto dirigido por Imanol Maiza retornaba a la División de Honor tras ocho años de intentos continuos. Pero una vez alcanzada la hazaña deportiva, ahora toca centrarse en confeccionar un equipo que compita con garantías la próxima temporada –será la quinta en la máxima categoría en distintas etapas–, codo a codo con los mejores clubes. Y para ello es indispensable un respaldo económico al proyecto que la junta directiva del club y su presidente, Emilio Millor, ya han empezado a buscar. Es momento de tocar la puerta de los despachos –este miércoles se reúnen con el Instituto Navarro del Deporte y de la Actividad Física– y de atraer patrocinadores privados, para que jugar en lo más alto no sea flor de un día y sí un bonita experiencia perdurable en el tiempo. Si algo tiene el club pamplonés, en palabras de su máximo dirigente, es “ilusión”.

¿Ya se han recuperado de todo lo vivido el sábado?

La verdad es que estuve viendo el partido a las cuatro y pico de la mañana del mismo sábado y desde el tercer tiempo ya estaba llorando. Son muchos años de trabajo y de esfuerzo para conseguir esto.

Y ahora, ¿qué?

Ahora viene lo más importante. El miércoles tenemos una reunión con el Instituto y queremos valorar con qué cantidad, más o menos, podemos contar para diseñar el equipo. Aunque ya vamos tarde, claro. Además, llevamos cuatro años solicitando la ayuda de la Fundación Miguel Induráin –de la que yo fui gerente durante 17 años– y queremos la misma que han recibido el Ardoi de baloncesto, Osasuna de fútbol y Beti Onak de balonmano. Eso supone unos 35.000 euros al año, porque repercute en la convocatoria de ayudas. Así que lo estamos reclamando. Este año ya teníamos fichada una brasileña, que jugó en el equipo, pero finalmente no pudo venir porque no teníamos dinero. Y eso que, si hablamos de dinero, el waterpolo es relativamente barato comparado con cualquier otro deporte.

Emilio Millor, el pasado sábado. Cedida

A nivel presupuestario, ¿en cuánto se traduce el salto a la elite?

Se traduce en que si ahora mismo tenemos un presupuesto en las chicas de entre 130.000 y 150.000 euros según los años, de todo el club, necesitaríamos llegar como mínimo a unos 200.000. El salto es muy importante. Tenemos la suerte y la desgracia de que el waterpolo femenino en España tiene la mejor competición del mundo por su nivel. En la final de la Champions, sin ir más lejos, de los cuatro equipos tres han sido catalanes. Es decir, entras en una Liga en la que hay cinco grandes equipos, que son increíbles, y luego están otros contra los que puedes luchar, pero no es fácil. Nosotros ahora ya tenemos algún contacto, alguna oferta para incorporaciones. Pero hay que materializarlas, aunque sabiendo que tenemos dinero. Si no lo tenemos, desde luego que no nos vamos a endeudar nunca.

Pero en ningún momento se plantean renunciar a la plaza, entiendo, con lo que ha costado.

No, no vamos a renunciar. Eso es seguro. Pero hubo un año en el que estábamos en División de Honor, cambió la normativa, y de 12 equipos se redujeron a diez. Jugamos esa temporada con todo chicas navarras, perdimos todos los partidos y descendimos. Era imposible mantenerse. Este año, desde luego, saldremos con lo tengamos y con lo que podamos conseguir. Pero todo lo que se pueda hacer, al final, depende del dinero, aunque también es acertar con las jugadoras que traes. Si tenemos un poco más de dinero, podremos tener un equipo más competitivo. Y en eso estamos. Ya tenemos cuatro o cinco refuerzos para mirar y asegurar. Tenemos ahora mismo una plantilla que es casi cien por cien navarra. Salvo Marina Casado, que es gallega, pero lleva 12 años en Pamplona; y Miren Urizar, que es de Eibar, y que la fichamos al venir a estudiar Medicina a la UPNA.

“Si ahora tenemos unos 130.000-150.000 euros de presupuesto según años, necesitaríamos llegar como mínimo a unos 200.000”

Y en cuanto al patrocinio privado, ¿cómo está el tema?

Ahora mismo tenemos patrocinios pequeños, pero nos haría falta buscar uno grande. También tenemos alguno en especie. Si dispusiéramos de uno grande, pondríamos su nombre junto al del equipo. 

En esa configuración de la plantilla, entiendo que Imanol Maiza sigue al frente del proyecto.

Sí, por supuesto. Imanol es como mi hijo. Estamos a todas horas. Y a la reunión que tenemos hoy los directivos (por este lunes), también vendrá. La hacemos entre todos.

El club va a dar un salto más a nivel profesional, pero ya veo que es como una familia.

Exactamente. Somos seis directivos, tres entrenadores y las jugadoras, que son las primeras que ayudan en un montón de cosas. A nivel de redes sociales, etc. Y el equipo de chicos también colabora como el que más.

¿El equipo seguirá jugando en la piscina de la UPNA?

Entrenar sí que tenemos que entrenar en la UPNA. Jugar no creo que nos dejen. Así que el único sitio que nos queda es Amaya. Este es otro de los temas que llevo siempre a la reunión con los políticos: que Navarra no tiene, como casi todas las Comunidades Autónomas, una piscina de la Administración en condiciones. Pero no sólo para waterpolo, también para natación o sincronizada. No la tiene porque cambiaron las normativas, hay unas exigencias. Antes, por ejemplo, hacíamos un Campeonato de España infantil en Guelbenzu y ahora no podemos. Hace años Navarra era la Comunidad de las piscinas y ahora es la Comunidad de las piscinas de recreo. De competición, ninguna. Las chicas este año han entrenado en Guelbenzu, en la UPNA y en Amaya.

Con todo, la ilusión está intacta...

Vivimos un ascenso en la temporada 2011/2012. Subieron las chicas a División de Honor y los chicos a 2ª Nacional. Estuvimos tres campañas, descendimos y volvimos a ascender para permanecer una. En la máxima categoría hemos jugado cuatro temporadas en total y ahora vamos a por la quinta y con toda la ilusión. 

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Ascenso del Waterpolo 9802 Oskar Montero