Hay ocasiones, dentro del mundo del deporte, en las que el aspecto competitivo no es lo más importante y pasa a un plano secundario. Es el caso del San Fermín Rugby Sevens, disputado en el campo municipal de fútbol de Beriáin durante el 5 de julio, donde se ha podido ver una competición deportiva envuelta en un ambiente fiestero, además de presanferminero. Aunque casi que se podría calificar como sanferminero, ya que se han visto pañuelicos atados al cuello de algunos de los jugadores que han disputado el campeonato.
Por otra parte, el San Fermín Rugby Sevens ha contado con la presencia de jugadores procedentes de diferentes partes, no solo de España, sino que también del mundo. De hecho, chilenos y argentinos han disputado la final en la categoría sénior, en un partido en el que los argentinos se han impuesto. El campeonato también ha contado con una gran novedad, ya que ha habido categoría femenina por primera vez en la historia del torneo, algo que ayuda a visibilizar este deporte.
Los protagonistas
Mónica Aizpitarte, natural de San Sebastián, es una de las jugadoras que ha competido en la categoría femenina. En concreto, la donostiarra, de 30 años, ha competido en las filas del Bera-Bera, que ha acabado siendo el mejor equipo femenino al final del día.
“La verdad es que todas estamos súper contentas, nos hemos juntado varias de equipos diferentes y hemos hecho una gran piña, incluso hemos terminado haciendo un grito todas juntas”, aseguraba la jugadora. Por otro lado, Aizpitarte comentaba que “esto ayuda a visibilizar el rugby femenino, ojalá nos vuelvan a invitar”.
En la categoría sénior, el nivel deportivo de los equipos ha sido muy elevado. Ronan Ferrer, de 23 años de edad, es uno de esos jugadores que vino desde fuera de Navarra para competir en el San Fermín Rugby Sevens.
El catalán que ha competido en el Enginyers Burrofax, señalaba: “Creo que este campeonato es algo fantástico, es una experiencia brutal para la gente que le guste el rugby”. Además, Ferrer aprovechará el momento festivo que vive Pamplona para mezclar rugby y ocio. “Ahora nos toca disfrutar de San Fermín, nos quedamos un par de días para ver el txupinazo y disfrutar de las fiestas”, aseguraba.
Además de las chicas y los sénior, los veteranos también han tenido sus partidos para disfrutar del San Fermín Rugby Sevens. Uno de ellos es Pablo Calderón, que ha jugado para Iberians y es todo un veterano del campeonato. “Llevo viviendo al San Fermín Rugby Sevens desde hace más de 10 años”, apuntaba. Además, el madrileño añadía que “cualquier iniciativa que suponga fomentar el rugby y la modalidad de seven es un lujo, cada vez más gente se está sumando a este movimiento”.
Sin embargo, detrás de todo lo deportivo hay, y tiene que haber, una organización para que todo funcione a la perfección. Txefus Mateo, organizador del San Fermín Rugby Sevens, apuntaba: “Ha habido mucho nivel en las tres categorías, además el tiempo nos ha acompañado, así que genial”.
Por otro lado, con respecto a la diversidad de los equipos señalaba: “Cada uno tiene su manera de jugar, pero, con tanta gente de diferentes sitios, el nivel ha sido muy alto”. “La gente viene casi por un tema más festivo que competitivo, eso ayuda a que haya un gran ambiente durante todo el campeonato”, concluía el organizador del torneo.