CON la participación estimada de más de setenta equipos se celebrará el sábado en las Bardenas la segunda edición de la prueba de orientación en la modalidad de rogaining que organiza el club Deportivo Navarra. La zona elegida será la conocida con el nombre de Tripa Azul y podrán tomar parte tanto los participantes federados como los no federados en equipos compuestos por un mínimo de dos personas y un máximo de cinco.
La prueba tendrá una duración tope de seis horas, aunque antes del comienzo (previsto para las 11 horas) se ha organizado un breve cursillo para los participantes que lo deseen en el que poner al día sus nociones sobre el manejo de brújula y la interpretación del mapa. Es el mismo cursillo que un nutrido grupo de Pamplona, Burlada y Estella ha llevado a cabo esta semana en la sede del club Deportivo organizado por Jorge Urquizu, uno de los expertos en la orientación en Navarra y habitual participante en competiciones de máximo nivel.
"La gente de la montaña suele ser muy tradicional y para ir a un punto determinado siempre eligen la misma ruta. El problema viene cuando salen de lo conocido y tienen que guiarse solos. Me ha pasado con gente experta, que no fueron capaces de salir de la sierra de Aralar pese a conocerla como la palma de su mano. Esto es algo diferente", comentó Urquizu mientras ultimaba el material para impartir el último cursillo a los participantes.
Conviene matizar que este tipo de pruebas están pensadas para todo tipo de participantes, con un mínimo de preparación física y con muchas ganas de pasar un buen rato, porque al margen de la competición, de lo que se trata realmente es de pasar un agradable día en contacto con la naturaleza.
"No es raro que acudan familias con los hijos pequeños y tomen parte en la prueba. Como es normal su estrategia no consistirá en hacerse con el mayor número de balizas, sino buscar el recorrido más atractivo posible para que todos lo puedan pasar bien", explicó Jorge.
La mecánica de la competición es sencilla y consiste en lograr el máximo número de balizas que los organizadores han colocado previamente en una zona determinada. Para localizarlas los participantes disponen de un mapa en el que aparecen los lugares en los que han sido depositadas, así como una puntuación en función de la dificultad para alcanzarlas. Gana el que más puntos logra en el menor tiempo.
lectura del mapa También es posible determinar a través de una correcta interpretación del mapa datos concretos sobre la orografía del terreno que pueden ayudar a los participantes a elegir una ruta u otra, así como una serie de símbolos de uso internacional para elementos que se pueden encontrar durante el trayecto (bosques, vallados, barrancos, lagos, etc). Recuerda con humor Urquizu que en una de sus primeras pruebas estuvo un par de horas buscando una baliza en una cima pensando que el símbolo así se lo indicaba, cuando en realidad se encontraba en un barranco.
Además de la brújula, cada participante debe llevar como equipamiento obligatorio un botiquín, mata térmica, ropa de abrigo, dos litros de agua y comida que permitan superar cualquier imprevisto. No están permitidos el GPS ni los altímetros. Después de la prueba habrá duchas, comida y la entrega de trofeos en el polideportivo municipal de Cabanillas.
Los datos indican que la orientación es una modalidad que está teniendo cada más aceptación, sobre todo entre la gente joven, aunque Urquizu cree que en Navarra todavía no ha despegado del todo. También es una buena opción para volver a reencontrarse con la montaña, como es el caso de Zigor Urdampilleta, de 34 años, y su pareja Violeta Romero, de 31, que llevan doce meses sin perderse una; o los estelleses del Raids de Norte a Sur de Estella-Lizarra, un grupillo de jóvenes a los que se ve muy preparados físicamente que buscan nuevos caminos para sus aventuras.
Urquizu sabe que por muchos cursillos que imparta habrá quién no sepa encontrar la vía más adecuada. "Perderse no es lo mismo que desorientarse. Hay que tener calma para leer bien el mapa y saber reconocer un error para dar la vuelta a tiempo". Él sabe bien de lo que habla. No en vano un equipo del club Deportivo en el que formaba parte junto a Roberto Pascual y Erik Colon lograron un meritorio noveno puesto en el campeonato de Europa celebrado en Letonia en julio en una prueba de varios días con apenas descanso y muchas noches de caminata. Pero para llegar a su nivel hacen falta muchas pruebas y muchos madrugones.