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Herzog, el partisano que conquistó el Annapurna

El alpinista francés, que murió la semana pasada, fue el primer alpinista en subir a un 'ochomil'

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pamplona. El alpinista francés Maurice Herzog, primer hombre en coronar un ochomil, falleció el viernes pasado a los 93 años de edad con la polémica sobre su ascensión todavía encendida, más si cabe después de que su propia hija publicara en septiembre un libro en el que ponía en cuestión su hazaña en el Annapurna. Fue una expedición francesa dirigida por él la que en 1950 logró por primera vez hollar una de las catorce cimas más altas del planeta, dando comienzo el primer capítulo del enorme libro de epopeyas de esta cumbre, donde entre muchos otros se dejó la vida el pamplonés Iñaki Ochoa de Olza (2008) .

En la primavera de 1950 un grupo de los mejores montañeros galos capitaneados por Maurice Herzog y en el que se encontraban Louis Lachenal, Lionel Terray, Gaston Rebuffat, Jean Couzy, Marcel Schatz y el médico Jacques Oudot, se lanzaron a la conquista del primer ochomil. No eran los únicos, porque después de la Segunda Guerra Mundial las principales potencias europeas pusieron en acción a sus mejores montañeros para ser los primeros. La expedición francesa se dirigió en un primer momento al Dhaulagiri, pero las difíciles condiciones les obligaron a desistir. Herzog se negó a regresar y puso a su expedición rumbo al Annapurna, una cumbre desconocida.

Eran exploradores natos, ya que en aquellos tiempos se desconocía el terreno y no existían caminos ni emplazamientos para campamentos. Herzog y Lachenal hicieron cumbre el 3 de junio de 1950, pero el descenso se convirtió en un infierno. Junto con otros dos compañeros, Terray y Rebuffat, sufrieron el azote del terrible viento, aludes, caídas en grietas y vivacs a la intemperie. Maurice Herzog lo relató todo en su libro Annapurna, primer ocho mil. La gran aventura, donde narra cómo el doctor Oudot se vio obligado a practicar amputaciones en sus dedos a varios miembros de la expedición en su marcha de retirada. Herzog sufrió congelaciones en ambas manos y, como el resto de los expedicionarios, síntomas de oftalmia que precede casi la ceguera. Una sombra en su curriculum fue la acusación de haber ocultado en su hazaña del Annapurna la colaboración de su compañero Lachenal muerto cinco años después de esta escalada épica. Herzog también ocupó altos cargos en la política francesa. Por sus logros durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial, cuando formó parte de la resistencia liderando un grupo de partisanos comunistas, recibió la Gran Cruz de la Legión de Honor.