“Tengo hijos pequeños, ¿voy a ser capaz después de la operación de trabajar otra vez?”. Esta es la máxima preocupación de Murtaza, un porteador de Pakistán al que se le congelaron los dedos durante una expedición y que, con la ayuda de su compatriota Akhond Ishaq , afincado en Lemoa , y el alpinista Alex Txikon , aterrizó el domingo en el Aeropuerto de Bilbao para ser intervenido quirúrgicamente.

Murtaza tiene 24 años, dos hijos, mujer y padres a los que mantener. “Su preocupación es que quiere recuperar sus dedos porque trabaja de peón, además de en la montaña, pero están en muy mal estado” , afirma Ishaq , que acogió el domingo en su casa de Lemoa a este joven de Baltistán. A pesar de tener falanges de seis dedos aparentemente necrosadas, Murtaza llegó sin molestias. Ayer lunes por la mañana, en cambio, cuando se levantó a desayunar, “tenía un dedo bastante hinchado y no podía aguantar el dolor” , por lo que tuvieron que trasladarlo al hospital de Cruces , donde permanecía ingresado a última hora de la tarde.

Según la escasa información que había podido recabar Ishaq, dado que Murtaza llegó “muy cansado, no comía ni bebía” y estaba muy afectado emocionalmente, el joven lleva trabajando de porteador desde 2021, “había subido un pico de 8.000 metros, el Gasherbrum I, y había estado en el K2, pero hasta el campo 3”. Sobre la expedición en la que sufrió la congelación de los dedos Murtaza no pudo precisarle los detalles, como para quién estaba trabajando. “Solo sabe que estaba otro porteador con él. Estaba subiendo al Broad Peak, pero no hicieron cumbre. Sufrió las congelaciones porque se le mojaron los guantes con la nieve”, explica Ishaq, que tampoco tenía claro cómo descendió. “Él dice que algunos tramos bajó solo por su propia cuenta, pero en Pakistán otros dicen que no estaba consciente y que lo tuvieron que bajar”, señala. A su lado pasaba casi un centenar de clientes y sherpas camino de la cima sin hacerle caso.

Cuenta para recaudar fondos

Murtaza está muy “agradecido” por la ayuda que ha recibido de Ishaq y de Alex Txikon, al que unos familiares del joven “le pidieron ayuda porque en Pakistán no encontraban tratamiento”. El alpinista, según cuenta Ishaq, “movió los papeleos” y ambos han “recaudado algunas aportaciones vía bizum” para sufragar parte de los gastos de su traslado y el de su acompañante a Bilbao. “Yo me he quemado las manos por buscarme la vida, pero mira lo que me está ayudando”, cuenta Ishaq que le había dicho el joven, que aún no es consciente de las amputaciones que tendrán que realizarle. Dado el elevado importe que conlleva esta iniciativa solidaria, piensan “abrir una cuenta para hacer crowdfunding y ayudarle a él y a su familia”.