Seamos sinceros: todo lo que no sea este año una victoria de Ducati, es una sorpresa. Y si no ocurre así es porque algo han hecho mal en la marca italiana. Como pasó con Rins en Austin, cuando Pecco cayó liderando. Pero es que es tal la superioridad de Ducati, que lo dramático para ellos es que no ocupen por lo menos seis de las ocho primeras posiciones. La lesión de Bastianini, que le hizo perderse también Jerez, y las inconsistencias de Zarco, Martin, Bezzechi, Marini y Alex Marquez, es lo único que impide que esto no sea un auténtico monopolio. En lo que Bagnaia no falle, poco hay que rascar.

Y descartando el desastre de Honda y Yamaha y la también inconsistencia de Aprilia, alguien podría pensar: ¿es KTM un rival a tener en cuenta? Pongamos esto en contexto. Miller y Binder son dos grandes pilotos, de acuerdo. Principalmente el sudafricano, que ya se ha llevado dos Sprint y una larga. Pero tenemos que pensar qué ha ocurrido en Jerez para que el color naranja haya brillado de esta manera. Y una respuesta puede estar mirando a un señor pequeñito (37 años ni más ni menos) que después de cinco años de haberse retirado del mundial, hizo ayer un séptimo puesto mojando la oreja al media parrilla de veintiañeros del mundial. Mucho se ha hablado y magnificado, probablemente, el papel de Dani como probador en KTM. Pero cuando tanto Miller como Brad, como toda la plana mayor de la marca austriaca se empeñan en cargar sobre sus espaldas gran parte de estos éxitos, pues algo tendrá que haber.

Es cierto que Pedrosa se ha hartado literalmente de dar vueltas al trazado de Jerez en los test privados probando mil y una soluciones aerodinámicas para las motos de la bebida energética. Y que el romance de esta pista con el veterano piloto viene de muchos años atrás. Pero salir ahí a pista a partirte la cara con esa cuadrilla de locos, sin nada que ganar más que un sentido aplauso, merece eso, la mayor de las ovaciones. Y llevarte para casa semejante bagaje de puntos, es digno de todas las loas. Veremos ahora que empieza el mundial de verdad, en las míticas pistas europeas, si esto es solo un espejismo o, ante la ausencia de otros adversarios, KTM va a poder plantar cara a Ducati. O si solo ha sido un florecimiento primaveral a la sombra del gran Pedrosa.