A todos los nos gusta recrearnos en lo mejor de lo mejor. Cuando se trata de apreciar lo bueno y deleitarnos en el placer de degustar los manjares más sabrosos, sea en el ámbito que sea, a una buena parte de la sociedad le parece que todo es poco; como decía la canción: “Todos queremos más y más y más y mucho más”.

Pero en la vida conviene tener sentido de la medida. No les voy a negar que cuando me bajé hace unas semanas de los fabulosos automóviles eléctricos de los que disfruté breve, pero intensamente, durante las jornadas de pruebas de Audi en Pamplona, unos maravillosos RS e-tron GT y Q8 e-tron, no me podía quitar de la cabeza el dinero que tiene que tener uno en su cuenta corriente y lo apasionado que hay que ser de los automóviles eléctricos para gastarse semejante pastizal en esas dos máquinas, sencillamente admirables y tan fáciles de llevar como fascinantes de conducir. Y es que para la vida diaria, incluso siendo un sibarita y exigente cliente de una marca de campanillas como es Audi, no hace falta subir tan alto y rozar las nubes para tocar el cielo. Un más asequible (desde 58.710 euros) Q4 e-tron es la opción perfecta con la que disfrutar de la tecnología eléctrica bajo el prisma de la firma de los cuatro aros, y en dos formatos disponibles: SUV y SUV cupé (Sportback).

Audi traslada al SUV medio Q4 e-tron la elegancia, dinamismo y confort de su imponente Q8 e-tron

Les confieso que a aquella jornada de pruebas fui con la sana intención de ponerme a los mandos del Q4 e-tron, pero cuando los monitores me colocaron directamente sobre el asiento del Q8 e-tron y luego sobre el del RS e-tron GT, no pude resistirme. Es como si te invitan a cenar con una actriz famosa y te dicen te acompañará en la mesa Kim Basinger y que, al día siguiente, comerás con Carmen Maura. Yo, que soy un fan de la chica Almodóvar, me resignaría cristianamente y haría el sacrificio impagable de compartir mesa y mantel primero con la rubia de Nueve semanas y media, incluso aunque llevara puesto hasta el sombrero durante el convite.

Volviendo a la carretera, el Audi Q4 e-tron se ha confirmado como lo que cabía esperar tras conocer de primera mano lo que ofrecían sus hermanos mayores Q8 y RS e-tron GT. Se trata de un SUV totalmente eléctrico de tamaño medio-grande (4,588 metros de largura, 1,865 de anchura, 1,632 de altura y 2,764 de distancia entre ejes, con un maletero de 520 litros de capacidad) de excelente calidad. Cabe calificarlo, por tanto, como una propuesta lo suficientemente amplia, capaz y confortable como para convertirse en la primera opción de vehículo familiar. En ese sentido, responde fielmente a lo que se demanda en placer de conducción, finura de funcionamiento, precisión y agrado de uso de un turismo de categoría superior. Y dinámicamente está al mismo nivel, no es un deportivo de la familia RS, pero se desenvuelve con la estabilidad, agilidad y maniobrabilidad de un buen Audi. Sólo le pediría, al menos a la unidad de pruebas, algo más de mordiente inicial en el pedal de freno, aunque las deceleraciones se acometan sin ningún contratiempo. Como buen eléctrico, en tramos urbanos es una delicia por lo silencioso, fluido y respetuoso que se muestra con el entorno, en tanto que en carretera cumple sobradamente, al igual que en autopista, un itinerario donde los eléctricos, todos, se antojan más aburridos que los vehículos de combustión.

Sobre el diseño, poco que decir que no salte a la vista, ya que la casa de alemana es una de esas firmas que hace de la belleza de las formas y el gusto por el estilo tecnológico y vanguardista una de sus principales señas de identidad. Es sin duda un Audi, lo mires por donde lo mires, y eso representa todo un acierto.

Los nuevos motores de 282 y 335 CV elevan el rendimiento eléctrico, asociado a autonomías que llegan a los 524 kilómetros

En un plano más dinámico, hay que agradecer a Audi que haya reemplazado el motor del Q4 e-tron 40 por el del nuevo 45, con 282 CV en lugar de los anteriores 204, porque el progreso en rendimiento es muy elevado y viene a confirmar que el propulsor de 204 CV está muy bien para un compacto medio, pero que se queda justo cuando se trata de un SUV premium, más pesado, y con las aspiraciones que siempre debe satisfacer todo Audi. La segunda propuesta, la del Q4 e-tron 55 quattro (desde 65.310 euros), con 250 kW (335 CV) y tracción permanente a las cuatro ruedas, ya es un salto considerable en rendimiento, con un paso de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos por los brillantes 6,7 del e-tron 45. Respecto a las autonomías eléctricas, se anuncian buenas cifras de entre 464 y 524 kilómetros en recorrido combinado y consumos homologados de 16,8 a 19 kWh/100 km. Al final, aunque no puedes olvidar las fantásticas sensaciones que te deja conducir automóviles de ensueño como los Q8 e-tron y RS e-tron GT, el mundo real del Q4 e-tron es igual de gratificante.