Después de 35 años escribiendo sobre coches, a uno en ocasiones le preguntan si todavía le quedan ganas de conocer y conducir nuevos modelos. Y la respuesta es sencilla y compleja a la vez. Por una parte, el deseo de ir rápido y la curiosidad no son los mismos que con 25 años, ni tampoco los reflejos; aunque el sentido común ha mejorado en su dotación y la experiencia es un valor añadido que, en aquellos lejanos comienzos, me sonaba a cosas de viejos. Pero sí, todavía me quedan ganas de conocer y conducir nuevos modelos, aunque sobre todo me motivan los ejemplares que me recuerdan a los automóviles con los que soñaba cuando era joven: los superdeportivos, las versiones más extremas del Campeonato del Mundo de Rallys, los temidos y añorados Grupo B, y las superberlinas de lujo.

Audi RS 6 Avant GT Audi

De entre aquellas vacas sagradas mis preferidos eran el Audi Quattro que pilotaban entre otros Hannu Mikkola, Walter Röhrl o la francesa Michèlle Mouton; el Lancia 037, que memorizo a los mandos de Markku Alén; y el Renault 5 MaxiTurbo (culo gordo), conducido por los franceses Jean Ragnotti o Bruno Saby. Y es que ya no se hacen coches tan salvajes como aquellos, ¿o sí? Pues sí, pero con el salvavidas de la electrónica, afortunadamente. Y por eso me encanta contarles que Audi, rememorando sus tiempos en los que la eficiencia, la electrificación y la moderación en las cifras de potencia y prestaciones no se divisaban en el horizonte, ha creado una bestia parda de ensueño, una joya para los amantes de los coches deportivos con una saneadísima cuenta corriente y toda la pasión automovilística imaginable: el Audi RS 6 Avant GT.

Audi da forma a la pasión con un RS 6 Avant GT que rompe límites con sus 630 CV, 305 km/h y 266.750 euros de precio

Vaya por delante que sólo se van a fabricar, y además montar a mano, 660 unidades para todo el mundo, todas ellas numeradas, de las que apenas diez llegarán a nuestro país (las numeradas del 600 al 609, cinco con el color de carrocería Blanco Arkona, dos en Negro Mythos y tres en Gris Nardo, con la opción de elegir una decoración en vinilos exclusivos en dos tonos), y que lo harán al prohibitivo precio de 266.750 euros.

Esta maravillosa máquina de volar a ras de suelo es, según Audi, “el modelo cumbre de la saga, una edición especial cargada de detalles exclusivos tanto en el exterior como en el interior”. Entre éstos se encuentran un “impresionante spoiler, nuevo difusor, capó y paragolpes diferenciados, capó y aletas fabricados en fibra de carbono, llantas de aleación de seis radios y 22 pulgadas de diámetro con un diseño inconfundible, interior con asientos bucket y una nueva combinación de color, suspensión ajustable tipo coilover específica del RS6 Avant GT, diferencial deportivo Quattro optimizado y un motor biturbo de ocho cilindros en uve con cuatro litros de capacidad, 630 CV y 850 Nm de par máximo entre 2.300 y 4.500 rpm”.

Heredero del genuino espíritu deportivo de los Audi de competición, se trata de un familiar que representa el modelo cumbre de la saga

Las prestaciones, como se pueden imaginar, son de primera: 3,3 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y 10,5 segundos para llegar a los 200 km/h, con 305 km/h de velocidad punta; nada mal para un vehículo con carrocería familiar. No sorprende que Audi lo haya equipado con frenos cerámicos RS de serie, caja de cambios automática Tiptronic de ocho marchas y diferencial central autoblocante, con un reparto de 40/60 (delante/detrás), con hasta un 70% de empuje aplicable al eje anterior y un 85% al posterior, en función del agarre disponible. Sus neumáticos de altas prestaciones Continental Sport Contact 7 en medidas 285/30 R22 mejoran el rendimiento y hasta acortan las distancias de frenado en dos metros de 100 km/h a cero. Otras exquisiteces presentes son el techo panorámico, los airbags laterales delanteros y traseros, el aparcamiento asistido y los asistentes City y Tour.

Audi RS 6 Avant GT Audi

Como ejemplo que ilustra la exclusividad de esta fabulosa versión, baste apuntar el hecho de que las carrocerías, una vez construidas y pintadas, se trasladan a la factoría donde se fabrican los Audi R8 y e-tron GT para que siete expertos empleados en tres estaciones de montaje creadas especialmente para ensamblar esta exclusiva edición limitada se encarguen de montarlas a mano, incluyendo el capó, las aletas, las taloneras, el alerón, los faldones delantero y trasero y la suspensión coilever ajustable. En definitiva, toda una demostración del poder de los anillos.