Lo importante en la vida es tener criterio. Lo dice mi compañero de trabajo y amigo Nacho y lo decía nuestro entrañable profesor de Deontología periodística Luka Brajnovic; es decir, lo determinante es disponer de “una norma para conocer la verdad”, contar con “juicio o discernimiento, principios y pautas” por los que regirnos.

Estamos en tiempos de cambios, asomándonos a una nueva etapa en la movilidad, con los eléctricos llamando a la puerta de nuestras casas y los modelos de combustión resistiéndose a desaparecer; la incertidumbre de no saber qué hacer y los precios de los vehículos por las nubes. Se impone, querámoslo o no, el sentido común, usar la cabeza y dejarnos guiar prioritariamente por lo razonable y funcional, sin renunciar por completo a la pasión y lo emocional, aunque sólo sea en el diseño. Se imponen coches como el nuevo Citroën ë-C3, un utilitario eléctrico asequible, funcional y atractivo, si es que ya hemos decidido que lo nuestro a partir de ahora va a ser un automóvil sin emisiones contaminantes.

Citroën apuesta fuerte con su eléctrico compacto ë-C3, desde 23.800 euros antes de aplicar las subvenciones gubernamentales

El nuevo Citroën ë-C3, reciente ganador del premio Autobest Ecobest 2024 –que, como recuerda la marca francesa, “reconoce a los vehículos que destacan por su respeto al medio ambiente, la eficiencia energética y la reducción del impacto ambiental”-, es un modelo eléctrico asequible (desde 23.800 euros sin aplicar las ayudas gubernamentales), dotado de un diseño moderno (SUV asfáltico o crossover), formato compacto (4,01 metros de largura, 1,76 de anchura, 1,57 de altura, con 16,3 centímetros de distancia libre al suelo, y un maletero de 310 litros de capacidad), con una amplia autonomía (320 kilómetros en ciclo WLTP y batería de 44 kWh), de prestaciones suficientes (113 CV de potencia, 135 km/h de velocidad máxima y una aceleración de 0 a 100 km/h en 11 segundos), adecuado para su uso en ciudad y carretera, confortable (con asientos y suspensiones Citroën Advanced Comfort), espacioso, con excelente visibilidad merced a su extensa superficie acristalada y a la altura de su carrocería, que también facilita la entrada y salida del habitáculo, bien equipado y seguro. Además, prolonga el éxito comercial del modelo más vendido en la historia de Citroën, el C3, lanzado en 2002 y ya en su carta generación, y que ha superado con más de 5,6 millones de unidades vendidas al mítico 2CV, del que recientemente se cumplieron sus 75 años de vida, aunque se vendiera durante 41 años.

Interior del Citroën ë-C3 Citroën

Citroën ha querido facilitar las cosas a los compradores ofreciendo una completa dotación distribuida en dos terminaciones: You, desde 23.800 euros antes de las ayudas gubernamentales, con suspensión Citroën Advanced Comfort, Head Up Display y My Citroën Play con Smartphone Station para el infoentretenimiento, ayudas a la conducción Active Safety Brake, Rear Park Assist, control de crucero, alerta de cambio involuntario de carril activa, reconocimiento de señales de velocidad, alerta de atención del conductor, aire acondicionado, luces de cruce automáticas y faros led, entre otros mecanismos; y Max (28.300 euros sin ayudas), con llantas de aleación Atacamite con corte de diamante de 17 pulgadas de diámetro, techo bitono, barras de techo negras y cristales traseros y lunas de custodia tintados, My Citroën Drive con navegación en una tableta con pantalla táctil de 10,25 pulgadas, carga inalámbrica de teléfonos, asientos Citroën Advanced Comfort, retrovisores exteriores plegables eléctricamente y calefactados, volante con borde de PVC (cuero artificial) con mandos de radio y control de crucero/limitador de velocidad, banqueta trasera 2/3-1/3, pilotos traseros 3D led, climatización automática y sensores de aparcamiento traseros con cámara de visión posterior.

Apuntar que la batería se recarga del 20 al 80% en 26 minutos en una estación de carga continua de 100 kW, en 4 horas y diez minutos en un cargador de pared de 7 kW y en 2,5 horas con el trifásico de 11 kW, disponible para ambos acabados por 400 euros.

Con 113 CV, 320 kilómetros de autonomía, un moderno diseño ‘crossover’, 310 litros de maletero y bien equipado, tiene todo lo exigible y más

Otro aspecto igualmente apreciable es que Citroën ha querido con el ë-C3 recuperar más si cabe su identidad de marca. Para quienes venimos al mundo de las cuatro ruedas sobre un Citroën 2CV –era el coche de mi padre y el de mi abuelo paterno-, las suspensiones de Citroën, su confort y su proverbial estabilidad son señas de identidad que habían quedado un tanto diluidas en algunos modelos recientes y que ahora en este nuevo ë-C3 vuelven a cobrar protagonismo.

Y todo ello respaldado por un diseño estético muy logrado, comenzando por una nueva firma de marca más distintiva (logotipo ovalado de gran tamaño con una nueva interpretación de los chevrones de Citroën) y siguiendo por unas formas en las que se combina la verticalidad en contraste con las superficies horizontales técnicamente esculpidas, lo que le confiere un aire fresco y vanguardista, que transmite además sensación de robustez y dinamismo al mismo tiempo. Citroën demuestra con este ë-C3 que tiene criterio y que preserva al mismo tiempo su identidad de marca, algo cada día más valioso en un mundo tan estandarizado.